La innovación en energía va más allá de la tecnología

Cuando pensamos en la innovación, casi automáticamente se nos viene a la mente algún avance o descubrimiento tecnológico. El mas reciente iPhone o el Chromecast de Google son ejemplos paradigmáticos de esa definición de la palabra. Sin embargo, dentro de la innovación hay espacio para mucho más

En el ámbito energético, las innovaciones van desde el desarrollo de automóviles eléctricos hasta el uso de desecho animal para generar electricidad. Sin embargo, podemos ir un poco mas allá y encontrar innovaciones en como se diseñan las reglas del uso y desarrollo energético. También es innovación diseñar regulaciones, leyes y reglas que gobiernen de manera mas eficiente la explotación de los amplios recursos energéticos con los que cuenta Latinoamérica.

En los últimos años, algunos países de América Latina han empezado a desarrollar nuevas formas de gobernanza energética que les han permitido desarrollar campos energéticos hasta entonces rezagados o del todo ignorados. Esta innovación reguladora casi siempre ha pasado por la creación de una agencia gubernamental independiente que regule la actividad petrolera y gasífera en el país. Puede sonar muy elemental y poco sexy, pero investigadores en el Banco Interamericano de Desarrollo han podido determinar que esos cambios en la gobernanza de los recursos energéticos han tenido un impacto positivo importante en el desempeño del sector productivo energético del país.

El patrón de gobernanza en petróleo y gas en Latinoamérica normalmente consiste en una compañía monopolista estatal y un ministerio de energía. La empresa – directamente bajo el control del gobierno – se encarga de administrar las reservas de hidrocarburos además de llevar adelante toda la exploración, producción, refinación y distribución en un ambiente cerrado a la competencia. Es común que las ganancias generadas por la comercialización del petróleo, gas y sus derivados serán usadas discrecionalmente por el estado. La creación de una agencia reguladora de hidrocarburos cambia ese patrón por completo. El gobierno pasa a administrar las reservas de hidrocarburos mediante la agencia reguladora en un ambiente competitivo, expuesto a las señales del mercado y con reglas pre-establecidas para la distribución de ganancias y el manejo de operaciones.

La evidencia parece indicar que el desempeño de los países ricos en hidrocarburos de la región mejora con ese cambio en paradigmas. El desempeño se mide a partir de cambios en niveles de producción y de números de taladros petroleros activos. En países que han cambiado la forma de regular la explotación de hidrocarburos como (Perú, Colombia y Brasil), el desempeño ha sido mejor que en aquellas naciones que carecen de esa innovación reguladora (México, Ecuador, Argentina y Venezuela).

El modelo de la agencia reguladora de hidrocarburos ha resultado ser una innovación básica que permite mejor desempeño y mayor aprovechamiento de los recursos. Desde que Perú inició ese proceso de rediseño, otros le han seguido el ejemplo (Brasil, Colombia) y otros más están considerando medidas similares (Guatemala, México).

Así es que la innovación en energía no sólo depende del desarrollo del Chevrolet Volt o el Tesla Roadster. De hecho, pasa por temas mucho más básicos como el diseño de las reglas del juego.