Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que por cada dólar invertido en agua y saneamiento pueden ahorrarse entre 3 y 34 dólares en salud, educación y desarrollo económico. Aunque desde 2010, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se ha conseguido la reducción a la mitad del porcentaje de población sin acceso al agua a nivel mundial, todavía puede cuantificarse en 768 millones las personas que no tienen acceso a fuentes mejoradas de agua potable y en 2.500 millones los que carecen de acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas, incluyendo casi 1.000 millones de niños y niñas viven sin saneamiento básico y un millón y medio de personas fallece por falta de acceso a agua y saneamiento en el mundo. Gonzalo Robles, secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo del gobierno español, alerta de que “el desigual reparto del agua en el mundo que, además de amenazar la seguridad alimentaria en muchas regiones, dificulta el desarrollo sostenible de los países”.
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