A pesar de quees uno de los países de América Latina con mayor avance en desarrollo tecnológico, aún la brecha digital en Costa Rica lleva impreso un sello de ruralidad y pobreza. El Índice de Brecha Digital del país centroamericano muestra un descenso del 9%, según los datos oficiales, y la cantidad de usuarios de Internet aumentó en un 10% para el 2013, de acuerdo con datos recientes de la Cepal. Pero hay zonas del país en que se desconoce la dimensión del problema, una brecha digital que se mantiene invisible al quedarse por fuera de las mediciones periódicas. Tampoco se dimensiona la afectación de la brecha digital en Costa Rica según el grado de ingresos de las personas ni la zona que habita, sino que se cuenta solo con datos generales. Las zonas más alejadas del Valle Central (y de los diferentes países de la región) son las más afectadas por la brecha digital en Costa Rica, pues hasta ellas no llega la infraestructura que se requiere para tender las redes de banda ancha. La desigualdad tecnológica no solo tiene que ver con las posibilidades disímiles de acceder a la conexión sino con su efecto sobre la vida social y económica de las personas. Si una persona sabe utilizar esa conexión a Internet para hacer comercio electrónico en su empresa y otra solo la utiliza para revisar el correo o entrar a Facebook, esa diferencia incide en el tamaño de la brecha.
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