El “hambre invisible”, una lacra desconocida y definida como una carencia de micronutrientes, afecta a más de 2.000 millones de personas en el mundo, según un informe publicado este lunes por el Instituto Internacional de Investigación sobre la Alimentación (IFPRI). Este tipo de malnutrición afecta a las poblaciones cuya alimentación es pobre en nutrientes esenciales como el zinc, hierro, yodo, vitaminas A y B. Si bien los efectos del “hambre invisible” no son observables a corto plazo, estos son “devastadores” con el paso del tiempo: alza de la mortalidad materna e infantil, impedimentos físicos, debilitamiento del sistema inmunitario y de las facultades intelectuales. Además, el sobrepeso -e incluso la obesidad- y esta lacra no son incompatibles, debido al consumo excesivo de “macronutrientes” (lípidos, glúcidos), agrega el informe. “Más del doble de los 805 millones de personas cuyas necesidades calóricas no son cubiertas” está afectadas por esta carencia vitamínica, subraya el informe, en el que colaboraron las ONG francesa Acted, la irlandesa Concern Worldwide y la alemana Welthungerhilfe. En total, el “hambre invisible” mata cada año a 1.1 millones de niños de los 3.1 millones que mueren cada año por un problema de malnutrición, estima el estudio.
Lea la noticia completa en La Jornada (MX) | Imagen: www.elheraldo.hn