Industria militar colombiana apuesta por la innovación

Fusiles, lanchas patrulleras, drones, radares, helicópteros, simuladores de vuelo, lanchas fluviales y otros productos consolidan la línea de producción bélica de Colombia

La industria militar colombiana, cuyos ingresos llegaron en 2013 a US$ 450 millones, está lista para conquistar nuevos mercados mediante la comercialización de productos innovadores en un eventual escenario de posconflicto.

La industria militar colombiana busca comercializar sus productos
La industria militar colombiana busca comercializar sus productos (FOTO: Innova/EFE)

“Teniendo la fe puesta en la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, en el Ministerio de Defensa se trabaja para establecer cuál va a ser el nuevo rol de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional“, dijo a Colombia.inn, agencia operada por Efe, el viceministro del ramo, José Javier Pérez.

Este general en la reserva activa aseguró que si se concreta el cese definitivo de los enfrentamientos que por más de 50 años han librado las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Estado, se van a dar “oportunidades para incrementar la calidad de nuestros desarrollos y mejorar la investigación“.

Ese planteamiento es posible dada la experiencia que han alcanzado los organismos de seguridad en el suministro de bienes y servicios para la defensa, un sector que ha crecido en los últimos años hasta contar hoy con cuatro empresas y una entidad científica y tecnológica.

Se trata de la Industria Militar (Indumil), la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar), la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC), el Fondo Rotatorio de la Policía (Forpo) y la Corporación de Alta Tecnología (Codaltec).

Con estas firmas, “tenemos la claridad de que hay un mercado internacional importante que podemos abastecer y para ello debemos hacer grandes alianzas para no quedar débiles en temas de comercialización en el exterior”, sostuvo el viceministro al referirse al potencial de la industria militar colombiana.

No obstante, debido a que la mayor parte de la producción bélica es para suplir las necesidades nacionales, “en el caso de Indumil, sin lugar a dudas, tendrá una reducción sustancial” de concretarse la paz, precisó Pérez.

Por ello “entendemos que a través de la innovación tenemos que mejorar nuestros productos y salir a buscar otros compradores”, apuntó.

Esta visión ya se está poniendo en práctica gracias, comentó el experto, “a que el país tiene una gran participación en la industria militar de Centroamérica y el Caribe mediante asesorías en interdicción aérea y marítima, y a que África y Suramérica son regiones que tienen potencial”.

De hecho, la industria militar colombiana ya fabrica lanchas fluviales para Brasil, colabora con Corea del Sur en la construcción de patrulleras oceánicas y con Israel en las partes del fusil Galil.

Otras realizaciones colombianas, resaltó el viceministro, “son el primer simulador de vuelo para el Cessna Caravan, la pistola Córdoba, la aeronave T-90 Calima, blindajes de helicópteros, aviones remotamente tripulados y el diseño de un radar multifuncional“.

Pérez adelantó que asimismo están viendo “la posibilidad de construir una planta de nitrato de amonio porque el avance en infraestructura que viene para Colombia en los próximos años es enorme e incluye carreteras, ferrocarriles y túneles y se va a necesitar gran cantidad de explosivos”.

El viceministro de Defensa sostiene que “el futuro de la industria militar colombiana es prometedor, por lo que creemos que en los próximos años podremos estar en las grandes ligas y en tiempos de paz, no de guerra”.

COLOMBIA.INN | @IQLatino