Brasil, Chile y Colombia están dentro de los países suramericanos que más han avanzando en innovación disruptiva y transferencia tecnológica al impulsar programas públicos nacionales de alto impacto que tienen como propósito robustecer el acceso y creación de nuevos emprendedores, y estimular actores clave en el financiamiento -como fondos de capital de riesgo o incubadoras.
En ello coinciden expertos en la materia consultados por el diario Gestión. Si bien los países de Sudamérica no están dentro de los top ten en los ranking mundiales de innovación y emprendimiento, hace menos de ocho años comenzaron a lanzar programas para empujar el ecosistema, apoyando startups de gran potencial, nuevos desarrollos para la innovación disruptiva y emprendimiento de base tecnológica.
Chile, con financiamiento público, ha promovido fuerte las industrias de capital de riesgo, redes ángeles o la cultura emprendedora con Start-Up Chile. Colombia, lanzó hace tres años el programa INNpulsa para el crecimiento empresarial de alto impacto o Innova para Pymes, y Brasil, hizo lo propio con el “Plano Brasil Maior” (Gran plan Brasil), que, entre sus metas, está elevar el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) de 0,59% del PIB a 0,9% este año.
Hugo Kantis, autor principal del primer Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico ICSEd-Prodem, apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), comenta que dos de cada tres programas públicos de fomento al emprendimiento dinámico de la región, han surgido en los últimos cinco años.
“El impacto que tendrán estos esfuerzos es algo que podremos recién conocer en algunos años”, señala. Agrega que el programa de “capital semilla es el más generalizado en la región y que impacta más sobre la creación y supervivencia temprana”.
Mariano Amartino, director de Wayra Latinoamérica, indica que cada país ha puesto énfasis en ciertos ejes. Menciona que Colombia tiene como estrategia ser un “hub” de inversiones de Latinoamérica; Perú está fortaleciendo el ecosistema universitario; Chile está apostando por dar mayor solidez a sus programas; mientras que Argentina está potenciando su “tradición” emprendedora, donde ya ha tenido éxitos como MercadoLibre o Patagon.
Fuente: Reportaje publicado originalmente en Gestión | @IQLatino
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