Innovación tecnológica y fiscal en la producción petrolera

Para mantener la rentabilidad de un pozo donde se usan técnicas de recuperación, varios gobiernos han modificado el cálculo económico para cada productor mediante reducciones en las regalías

Los pasos más básicos de la producción petrolera se conocen bien: una cueva subterránea contiene petróleo y alguien hace un hueco en la superficie hasta llegar a esa cueva para entonces sacar el petróleo de ese yacimiento con tuberías y bombas. Lo que no se conoce tan bien es que es sumamente difícil extraer todo el petróleo de un yacimiento. De hecho, con técnicas tradicionales en yacimientos de petróleo liviano generalmente sólo se puede extraer alrededor de 40% del recurso. Más de la mitad del petróleo disponible se queda bajo tierra.

Si bien resulta sorprendente la gran porción del petróleo que queda bajo tierra, esos porcentajes para campos antiguos de petróleo pesado son aún más bajos: sólo se puede extraer entre 15 y 20% del total del recurso en estos campos. Para America Latina esto es clave, ya que nuestro petróleo es generalmente pesado y se encuentra en campos bastante maduros. En los campos petroleros de Venezuela, México, y Colombia – por ejemplo – alrededor del 80-85% del petróleo se deja en el subsuelo. Este alto porcentaje tiene que ver principalmente con la geología, pero también con la regulación y la economía.

 

Con el fin de extraer más del 20% del petróleo disponible, diferentes técnicas se han desarrollado para permitir que fluya más petróleo a la superficie. Estos procesos se llaman técnicas de “recuperación mejorada de petróleo” (EOR por sus siglas en inglés). Para mejorar la recuperación,por ejemplo, un pozo puede ser bombeado con agua con el fin de hacer que petróleo fluya más fácilmente. También es posible inyectar el pozo con gas con el finde empujar al petróleo hacia lasuperficie. Una tercera técnica es calentar el petróleo en el pozo para hacerlo menos viscoso y más fácil de extraer.

Esas innovaciones han sido probadas en todo el mundo y son parte esencial del cómo se moverá el mercado mundial del petróleo en el futuro. De hecho, la Agencia Internacional de Energía estima que alrededor del 20% de la producción mundial de petróleo para 2030 se hará a partir de las tecnologías de EOR.

Sin embargo, la tasa de recuperación en un campo no sólo tiene que ver tiene que ver con la geología y la manipulación del subsuelo, sino también con la regulación y la economía. Los costos de investigación, desarrollo y uso de tecnologías EOR son elevados. Su aplicación puede volver la producción petrolera menos rentable debido al aumento en los costos de producción de cada barril. Es aquí donde la innovación regulatoria puede tener un impacto positivo.

Para mantener la rentabilidad de un pozo donde se usan técnicas de EOR, varios gobiernos han modificado el cálculo económico para cada productor mediante reducciones en los porcentajes de ingresos que se pagan al dueño del recurso, generalmente el Estado. Esos pagos son llamados regalías.

Los estados de Texas, California, Mississippi, Alabama y otros en EEUU han fijado regalías para los pozos con EOR a la mitad de la tasa que se aplica a los pozos regulares. A nivel federal, el gobierno de Estados Unidos permite a un crédito fiscal que se utiliza para recuperar gastos incurridos en la producción petrolera con estas técnicas de recuperación mejorada.

Las provincias canadienses de Alberta, Manitoba y Saskatchewan tienen regímenes bajo los cuales se permite pagar regalías disminuidas en la producción de pozos EOR. El Reino Unido dio un paso más allá y se deshizo de sus regalías petroleras hace unos 10 años para fomentar la producción petrolera en campos maduros en el Mar del Norte.

Los países de América Latina, sin embargo, se han quedado atrás en la investigación, desarrollo, e implementación de tecnologías de EOR, debido a la falta de incentivos para fomentar estas técnicas.

En términos de investigación y desarrollo (I+D), el caso de México es ilustrativo de la región. En 2012, ExxonMobil registró 308 patentes en Estados Unidos, mientras que Shell registró 134 y Chevron registró 182. En contraste, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) – encargado de llevar a cabo la investigación y desarrollo de PEMEX – registró sólo 4 patentes en México ese mismo año. Un patrón similar se aplica en otras compañías petroleras de América Latina.

A pesar de la falta de I+D, los productores de petróleo en México y Colombia han estado llevando adelante programas piloto por varios años para probar la aplicabilidad de las tecnologías de EOR, mientras que investigadores de PDVSA en Venezuela consideran imprescindible la aplicación de técnicas de recuperación mejorada de petróleo.

El uso a gran escala de tecnologías EOR sin embargo seguirá limitado a los laboratorios y proyectos piloto si no se aborda la economía de su aplicación. Si bien el fomento de la investigación y el desarrollo es una prioridad clara, un buen y práctico primer paso sería reformar los regímenes fiscales que se aplican a los pozos de petróleo más maduros de la región cuya productividad se vería beneficiada con tecnologías de recuperación mejorada.

Siguiendo las mejores prácticas desarrolladas en otras tierras petrolíferas y cuyos resultados positivos han sido demostrados, la reducción de las regalías en los pozos maduros y de petróleo pesado que abundan en America Latina sería seguramente beneficiosa para la región. La manera cómo se cambiarían los esquemas de regalías dependerá de la situación particular de cada país, pero la experiencia en varios estados estadounidenses y provincias canadienses demuestran que las innovaciones en recuperación mejorada se benefician enormemente de la mejora de la economía de cada pozo a través de fiscal política.