Vivimos en una era extraordinaria. Por más de 1000 siglos nuestra especie ha existido entre los límites de un solo planeta y tenemos la dicha de estar vivos en el siglo en el que viajaremos por primera vez a otro mundo, no solo para visitarlo y estudiarlo, sino para habitarlo permanentemente, convirtiéndonos en una civilización multiplanetaria. Un viaje a Marte ya no es ciencia ficción; este Gran Salto muy probablemente ocurrirá en las próximas dos décadas y muchos de nosotros viviremos para contarlo.
Entre la euforia que creó el descubrimiento de agua líquida en la superficie de Marte y las salas de cine repletas para ver The Martian, la NASA reveló su plan de tres etapas para enviar humanos al Planeta Rojo en la década de 2030. El ambicioso proyecto consiste en una colaboración internacional entre agencias espaciales, empresas privadas y centros de investigación, con el objetivo de descubrir vida, identificar recursos valiosos, promover el crecimiento económico, inspirar y educar, protegernos de amenazas provenientes del espacio y asegurar un mejor futuro para la siguiente generación.
La primera etapa de la travesía a Marte se llama Dependiente de la Tierra y es donde nos encontramos actualmente. Está enfocada en investigaciones a bordo de la Estación Espacial Internacional que incluyen el estudio de cambios en la salud y el comportamiento humano en el espacio, la validación de sistemas de comunicación avanzados, actividades durante caminatas espaciales, impresión 3D, y pruebas sobre la utilización de recursos encontrados o fabricados en el espacio. Recientemente los astronautas de la Estación Espacial Internacional tuvieron la oportunidad de cultivar y comer los primeros vegetales en el espacio, un hecho histórico y fundamental para nuestro viaje a Marte.
La segunda etapa, llamada Terreno de Pruebas, se llevará a cabo principalmente en la órbita Lunar, donde la NASA aprenderá a vivir y trabajar en el espacio profundo. Durante esta etapa la NASA espera realizar al menos una misión tripulada al año, comenzando con EM-1 en el 2018, la primera prueba integrada del nuevo Sistema de Lanzamiento Espacial y de la cápsula Orión que eventualmente llevará humanos a Marte. Uno de los segmentos más importantes de esta etapa será la misión que en el 2020 recolectará un pedazo de asteroide de varias toneladas con un robot para posteriormente transportarlo al Terreno de Pruebas en una órbita estable cerca de la Luna, donde los astronautas tocarán, investigarán y explorarán un asteroide por primera vez. El éxito de esta misión dependerá de las nuevas tecnologías de Propulsión Eléctrica Solar y robótica avanzada.
La tercera y última etapa de la travesía a Marte se llama Independiente de la Tierra; las misiones en esta etapa serán autosuficientes, dependiendo mínimamente de las personas en la Tierra. Se utilizará el conocimiento obtenido en las otras dos fases para explorar las lunas de Marte y la superficie Marciana. Se emplearán hábitats con la capacidad de albergar humanos por varios años y se aprovecharán los recursos Marcianos para producir combustible, oxígeno y construir materiales.
A diferencia del programa Apolo en el que Estados Unidos llegó a la Luna por sí solo, la travesía de alrededor de 200 días y más de 50 millones de kilómetros a Marte solo será posible a través de la colaboración internacional, la misma que permitió que 15 naciones dejaran sus diferencias a un lado y unieran sus capacidades para construir la Estación Espacial Internacional, uno de los mejores ejemplos de cooperación en la historia de la humanidad.
Se aproximan dos décadas muy emocionantes para la ciencia y tecnología en donde la exploración humana del sistema solar nos llevará a rincones cada vez más remotos y fascinantes, al mismo tiempo ayudándonos a entender el pasado, presente y futuro de nuestro Planeta Tierra e inspirándonos a trabajar juntos para cumplir sueños que no hace mucho parecían imposibles.
Imágenes: NASA
Excelente articulo amigo!! un abrazo.
Gracias amigo!
y como van a hacer con los cinturones de van allen?