Para muchos, el amor a primera vista viene representado por una persona de carne y hueso. En mi caso, un Mini Cooper ® fue lo que me dejó sin aliento cuando tenía 16 años: ángulos sexys, buen porte y por supuesto, un motor que rugía cual león.
Mi sueño era manejar esa nave, que si bien al final no se convirtió en mi primer automóvil, si les puedo decir que el deseo por tenerla me llevó a aprender una actividad que me encanta: manejar. Por extraño que suene, amo estar tras el volante, aún viviendo en Caracas, una de las urbes más violentas y congestionadas del mundo.
Mi ciudad es compleja cuando se trata de hacer diligencias, pues no sólo hay muchísimo tráfico, sino que estacionarse podría ser un reto hasta para el mismísimo James Bond.
Las opciones para aparcar el carro son pocas: centros comerciales y/o aceras. Rodear la manzana hasta 4 veces, tratando de ubicar un espacio para aparcar el carro es bastante común, lo cual complica aún más el tráfico, a causa de los embotellamientos generados por conductores que manejan como un águila cazando ratones (y a -10km).
¿Será que es mejor opción el centro comercial? Tal vez lo sea por razones de seguridad; sin embargo, la variable tiempo hace reconsiderarlo, ya que perderías hasta 20 minutos en la taquilla de pago.
Mejorar las condiciones para aparcar debería estar el top-of-mind de los gobiernos, pues teniendo en cuenta que el porcentaje de personas que vivirán en las ciudades aumentará en más de un 60% sobre la población mundial para el año 2030, se espera que los embotellamientos y la falta de estacionamiento sean aún peor.
A veces quisiera llevarme mejor con mi relación con conducir, pues si bien adoro sentir la velocidad de mi carro, este suele estar parado entre 20 y 22 horas al día y necesito encontrar en dónde estacionarlo.
Entonces, si hay tanta demanda por aparcaderos ¿Por qué no existen mejores soluciones tecnológicas tanto para conseguir puesto como para pagar el estacionamiento?
Los aparcaderos, públicos y privados son fundamentales para que una ciudad pueda mantener un buen flujo circulatorio. Sobretodo si estas quieren obtener el tan anhelado calificativo de “Ciudades Inteligentes“ o “Ciudades del Futuro“, como muchos las llaman.
La necesidad de circular está relacionada con el deseo de realización de actividades sociales, culturales, políticas y económicas que son consideradas necesarias en la sociedad. El tiempo debería ser el activo más preciado para cualquier ciudadano y su inversión, la más estratégica.
Vale más pasar minutos de tu vida con tus seres queridos o haciendo lo que amas, que perder el tiempo pagando el ticket o generando canas buscando un puesto para aparcar.
Según la CAF, en su estudio Análisis Sobre la Movilidad Urbana, una familia de clase media realiza 29 viajes diarios y recorre 46 km.
La rutina de un ciudadano que cuenta con vehículo puede ser descrita de la siguiente forma:
(…) Él maneja desde su casa hacia una escuela en las cercanías, estaciona y acompaña a los hijos a la puerta del establecimiento, vuelve al automóvil y maneja de nuevo hasta estacionar cerca de su o cina. A la hora del almuerzo, camina hasta un restaurante cercano. A media tarde aborda un taxi para asistir a una reunión de negocios de la que vuelve dos horas más tarde. Al final de la tarde, sale de la oficina manejando su automóvil, busca a los niños en la escuela y, antes de devolverse a casa, pasa por un centro comercial.
Latinoamérica es la región más urbanizada del planeta. Más del 80% de su población vive en ciudades, por lo cual debemos implementar buenas prácticas que optimicen la circulación de la ciudad y además, agreguen valor al recolectar data que identifique patrones de consumo y flujos estacionales. .
Algo tan simple como instaurar mecanismos que aumenten la rotación de los estacionamientos podría mejorar el movimiento vehicular de la ciudad.
Una forma sencilla de optimizar este punto es añadiendo facilidades de pago que eliminen el uso del efectivo y las colas en taquillas, pues damos marco y formalizamos la economía de los micropagos asociados a la movilidad y, además, obtendríamos materia para minería de datos apalancados en la rutina del ciudadano.
La vida es movimiento y la vida puede ser sencilla si nos lo proponemos; por eso, en CityWallet® hemos ideado una solución que cabe en la palma de tu mano: una calcomanía NFC precargada con saldo y gestionada a través de teléfonos inteligentes. Es fácil de usar y el hecho de ser adhesiva, convierte a CityWallet® en un accesorio portable y difícil de olvidar o dejar en casa.
CityWallet® es una startup venezolana que apuesta al desarrollo de ciudades inteligentes a través de tecnología. El equipo fundador sentó bases en marzo de 2015 en el Impact Hub Caracas, espacio en donde se incubaron los primeros prototipos y conceptos. En agosto de 2015, entramos a la Academia Wayra Venezuela, allí, con el apoyo de Telefónica, estamos acelerando nuestro proceso de desarrollo con el objetivo de lanzar el servicio al mercado en el primer semestre del 2016.
Gracias a la pasión y al compromiso que tenemos por nuestro país, hemos trabajado incansablemente para ofrecer un servicio con altos estándares de calidad, hecho que nos ha permitido ganar varios reconocimientos como el 2do lugar en categoría de negocios del Concurso Ideas 2015, premio Emprendedor del Año 2015 por la Cámara Venezolano Francesa, además de formar parte del Top 10 de proyectos con alto impacto social en el Programa para la Competitividad Global 2016 de la Universidad de Georgetown.
Actualmente, CityWallet® está operativo en la Torre Xerox, ubicada en Caracas, Venezuela en donde desde hace 6 meses gestionamos la salida y entrada del estacionamiento. Antes de Julio, estaremos presentes varios centros comerciales de la ciudad.
Por ahora, el servicio está presente en estacionamientos y en próximas fases expandiremos la oferta hacia otras categorías de pago.
Como ven, la circulación de una ciudad puede ser tan compleja y cambiante como los amores platónicos. Estuve enamorada de un Mini Cooper® y ahora tengo un idilio con que mi Caracas se convierta en una ciudad que apueste por la tecnología como un medio para hacer que el día a día se convierta en una experiencia que vaya más allá de la rutina.