Aleph Molinari: Reduciendo la brecha digital

Este mexicano está trabajando para fortalecer a las personas suministrándoles el acceso a una educación tecnológica

La brecha digital es una madre de 45 años que no puede conseguir un trabajo porque no sabe utilizar una computadora, es un inmigrante que no sabe que puede llamar a su familia gratis, y un niño que no puede resolver su tarea porque no tiene acceso a la información. La brecha digital es una nueva forma de analfabetismo.”

Aleph Molinari inció su carrera en la ciudad de Nueva York como consultor de arte para colecciones tanto privadas como públicas. Al mismo tiempo, condujo un estudio sobre los procesos de la basura en la periferia de la Ciudad de México y las comunidades de pepenadores que viven en los tiraderos de basura, que luego formó la base conceptual para un documental que dirigió en el 2006. Molinari estudió economía y teoría crítica en la University of British Columbia en Canadá.

El tiempo que Molinari pasó en algunas de las comunidades más pobres de su país lo inspiró a crear la Fundación Proacceso en el año 2008, cuyo objetivo es precisamente impulsar el cambio social a través de la tecnología. En  el 2009 estableció como proyecto principal la Red de Innovación y Aprendizaje (RIA) – un grupo de centros educativos que trae educación de calidad y acceso a la tecnología, a las poblaciones menos favorecidas en México.

A la fecha, según datos proporcionados por la Fundación Proacceso, existen 70 centros RIA en 34 municipios del país. En tres años de operación se han registrado más de 390,000 usuarios, de los cuales más de 120,000 se han graduado de cursos en la RIA. Recientemente, el proyecto recibió el premio al servicio a la comunidad Dewey Winburne Community Service Award de 2012.

Problema:

El internet no debería ser un lujo sino un derecho, porque es una necesitad social esencial del siglo 21.”

Alrededor del 76% de los hogares mexicanos no tienen acceso a internet, en comparación con el 71% de hogares estadounidenses o al dramático 4% de hogares indios (país que tiene una población de 1.241 billones de personas) que tienen acceso al mundo digital (OECD, Reporte 2011). Esta increíble brecha digital representa una desventaja muy grande para la mayoría ciudadanos mexicanos con respecto al resto de su sociedad. La brecha digital crea ciudadanos menos informados, menos inspirados y –debido a la falta de información– menos responsables. Esto es especialmente alarmante cuando se considera el hecho de que solo el 13% de los estudiantes mexicanos tienen incentivos para terminar sus licenciaturas.

Aleph Molinari
Centro RIA

La idea innovadora

Existe una gran cantidad de modelos en el mundo intentando reducir la brecha digital. Sin embargo, Molinari ha notado que –a pesar de los esfuerzos– muchos de estos modelos son insostenibles a nivel ambiental y económico, tanto para los inversionistas como para los beneficiados. “Al darle una computadora a un niño, por ejemplo, también estamos transfiriéndole grandes costos a su familia, como la conexión a internet, electricidad, y el mantenimiento del equipo”, dice Molinari. A causa de esto, Molinari ha decidido darle un enfoque integral, sostenible y especializado a su propuesta innovadora –La Red de Innovación y Aprendizaje– tanto para México como para el resto del mundo.

Proyecto

La propuesta de Molinari se basa fundamentalmente en grupos de centros educativos ubicados en las zonas más marginalizadas de México. Estos centros –también conocidos como RIA– facilitan la capacitación productiva de un nuevo tipo de ciudadanía: la ciudadanía digital.

Consciente de que cada comunidad es completamente distinta a nivel geográfico, cultural y económico; Molinari ha colaborado con distintas organizaciones para conducir estudios urbanos y sociodemográficos para determinar la ubicación ideal para cada centro RIA. Después de esta metodología llamada Acupultura Urbana, la infraestructura de los centros se construye con materiales reciclables. El contenido de la educación provista en estos centros se divide en tres etapas. Durante la primera etapa, se enseña a los participantes cómo utilizar una computadora. La segunda etapa consiste en enseñar a utilizar el internet. Finalmente, los participantes aprenden a utilizar software básico. “Con una ruta de 72 horas de instrucción, creamos ciudadanos digitales”, dice Molinari.

Twitter Fundación Proacceso @ProaccesoMx y  RIA ‏ @RIAmexico