Tiene forma redonda, como un iglú o una nave espacial. Está hecha de madera y materiales aislantes como corcho. Usa un sistema de rotación para regular la temperatura. Se calienta con muy poca energía lo que ayuda a que el consumo sea menor. Se llama DomeSpace y es fabricado por la empresa francesa Domespace BP.
Sus paredes tienen entre 30 y 40 cm de espesor. Gracias a su propiedad rotatoria, la línea del casco forma un escudo térmico y permite así que el interior de la casa tenga siempre una temperatura agradable. Cambiando la dirección de las ventanas al sol obtiene el máximo de la energía, si por el contrario, se ocultan de la luz solar se forma un escudo de calor, que hace que se sienta fresco dentro.
La arquitectura de esta casa rompe con el concepto arquitectónico greco romano, de espacios angulares y formas arbitrarias en el cual vivimos hace siglos, para integrar el concepto de esfera y curvas presentes tanto en el reino vegetal, como mineral o animal.
Está construida en un 95% de madera certificada FSC (Forest Stewardship Council), sin tratamientos químicos. Esta certificación acredita el origen de la madera así como su política de reforestación.
Esta construcción posee gran luminosidad, gracias a sus numerosas ventanas orientadas al cielo y a la madera clara utilizada en su interior, reduciendo así el consumo de luz artificial. Además, gracias a su movimiento, todas las zonas de la casa pueden recibir luz solar.
En cuanto a las cañerías, toda la infraestructura está provista de tubos flexibles que tienen la capacidad de girar con el Domespace, cuyo ángulo de rotación llega a los 330 grados.
¿Le gustaría vivir en un DomeSpace?
Fuente: Diario Ecología