La escala humana de Bogotá: Martín Gaona

Este espacio está dedicado a investigar la escala humana de la economía local de una ciudad, por la necesidad de difundir historias de quienes enriquecen el entorno con su trabajo e inspiran con su creación

Las tareas, trabajos e iniciativas cotidianas de los vecinos y empresarios locales generalmente son tomadas por sentado debido al rápido crecimiento y movimiento de nuestras ciudades actuales. Pero detrás de estas iniciativas se encuentran personas extraordinarias que dedican su vida a los proyectos y trabajos que forman y transforman la cultura de una ciudad.

Esta columna está dedicada investigar la escala humana de la economía local de una ciudad. Nace de la necesidad de compartir y difundir las historias de personas que día a día enriquecen el entorno con su trabajo e inspiran vecindad con su creación. Artesanos, innovadores, profesores, colectivos, inmigrantes, vecinos, primos y abuelos – todas estas personas están unidas por su pasión de crear una comunidad más activa en nuestra linda y caótica Bogotá.

 

MARTIN GAONA – APICULTOR EMPÍRICO

Martin Gaona vive entre dos lugares. Su casa es en Bogotá, ciudad capital de Colombia y su colmena de abejas la tiene en una finca en Gachancipá, Cundinamarca. Gachancipá es un pueblo 30 km al norte de Bogotá de clima frío la mayoría del año.

Martín es ecólogo y apicultor empírico desde hace seis años. Desde entonces ha creado la rutina de visitar a sus abejas cada 8 días. Cuenta que comenzó con una sola colmena, la cual intercambió con un vecino por una de sus ovejas. Ahora Martin tiene siete colmenas en las montañas y las cosecha una o dos veces al año.

Sin embargo, cuenta que no es tan sencillo ir a ver a sus abejas y recolectar la miel. Para visitarlas se tiene que proteger con un traje especial y preparar un ahumador con leña, el cual las tranquiliza en su presencia. Igualmente lo han picado muchas veces, pero nunca ha sido nada grave. Entonces Martín sigue: sube la montaña y destapa las colmenas para ver cómo está el alimento de reserva, si sus abejas están bien, si están produciendo, si hay crías y si tienen frío. Ultimamente está haciendo mucho frío en Gachancipá, más de lo normal, y el mal clima está afectando su producción de miel. La miel que producen tiene un sabor único ya que ellas polinizan especies variadas de vegetación, nativas al bosque en dónde se encuentran. 

Cuenta que lo que más le gusta de las abejas es que son seres sociales y muy interesantes en todo su comportamiento. También disfruta mucho de sus productos. Todos los productos de las abejas son medicinales y beneficiosos para la salud. Además, las abejas son muy importantes en la polinización de varias especies y sin ellas mucha de la flora que estamos acostumbrados a ver, desaparecería.

Por ahora el negocio de Martín está apenas comenzando. Le vende la miel, el polen y la cera artesanal principalmente a su círculo de amigos y familiares. Si lo quieren contactar para hacerle preguntas o comprar sus deliciosos productos, su email es martingaonamejia@gmail.com


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Pueden ver todas las fotos del proyecto aquí.