La resistencia pacífica de los protectores del agua contra el oleoducto DAPL en Dakota del Norte (II)

En el campamento Oceti Sakowin –que en lakota es el gentilicio de los Sioux, y que se traduce como   Seven Council Fires —“la Gran Nación originaria Sioux se hizo de Siete Consejos de Fuego”, dice el sitio web del campamento– hay actividades diarias que incluyen “oraciones de los nativos, cantos, bailes, tambores, historias”. Alrededor del fuego: “El Círculo Sagrado alberga el Fuego Sagrado. Pregunta al cuidador del fuego al mando en el momento lo que puedes y no puedes hacer alrededor del Fuego Sagrado”, indica la página quienes quieran sumarse al campamento. “El Círculo Sagrado está en la parte frontal del campamento. Es donde ocurren los saludos formales, la gente se reúne para la conversación, se sirve el café, suena la música. Los anuncios de gran escala también se hacen desde el Círculo Sagrado”.

Los valores de los lakota también son siete: “oración, respeto, compasión, honestidad, generosidad, humildad y sabiduría”.  Y son los que piden que sigan los visitantes del campamento una vez instalados.

Cientos de personas han estado allí asentadas durante meses, en Cannon Ball, Dakota del Norte, acompañando la causa de los Sioux de la Reserva Standing Rock, sumados a esta consciencia de preservación de los recursos de la tierra, del agua como un bien común. En defensa también del cumplimiento de los tratados con el gobierno que protegen este territorio, exigen que se detenga la construcción del oleoducto Dakota Access Pipeline. Han venido indígenas de tribus de todo el país, y también de etnias latinoamericanas: “Los poderes económicos buscan enriquecerse con la construcción de este oleoducto, pero con él se pierde la riqueza de la biodiversidad. El problema es que no se está entendiendo el vínculo espiritual de las comunidades indígenas con la madre tierra y el recurso del agua”, dijo Cándido Mezúa Salazar, miembro de la junta de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosque, entrevistado por El País.

“Naciones de todo el mundo se están juntando como una para combatir este oleoducto (…), esto nunca había pasado”, expresó el realizador de este video:

Según el diario The Independent, 2000 veteranos de guerra se sumarán a la protesta. Recogieron dinero a través de la plataforma Gofundme y esperan llegar al campamento el 4 de diciembre, la víspera de la fecha que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército previó, en una carta remitida recientemente, su evacuación. “El evento, Veteranos con Standing Rock, está llamando a participantes a reunirse ‘como una milicia pacífica y desarmada’ para hacer frente a los asaltos e intimidaciones a los manifestantes por parte del orden público”, señala el artículo de Rachael Revesz.

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“En Standing Rock experimenté el amor incondicional, la unidad, la familia, y una reunión armoniosa por el respeto de la Madre y de toda la vida. Lo que sé es que mientras estemos explotando la Tierra estaremos explotando animales, mujeres y uno al otro. Aquí comienza. Debemos reconectar con la naturaleza, con los otros y con nosotros mismos”.

Lo escribió Lorie Bebber, quien viajó hace un mes al campamento desde Siracuse, estado de Nueva York, donde enseña yoga de forma regular. “Cuando llegué al valle, vi a cientos de Tipis [chozas de los nativos americanos] y tiendas levantadas a lo largo del paisaje. Había alrededor de 1500 personas viviendo en el campamento en un esfuerzo por detener DAPL  [Dakota Access Pipeline] y proteger el agua. Más de 300 naciones indígenas se han juntado por primera vez en la historia; tribus que nunca se habían llevado bien se han juntado para ayudar y hacer las paces. Me recibió un grupo de seguridad y me preguntaron cosas básicas, como de dónde soy, por qué vine, por cuánto tiempo me quedaba. Entonces me indicaron la disposición del campamento, dónde están las tiendas de comida, las médicas, el fuego sagrado y dónde podíamos instalar nuestra tienda. Nunca me sentí incómoda en el campamento, insegura o no bienvenida. Cuando escuchas que los protectores del agua son gente pacífica, esa es la verdad”, explica Bebber en el mensaje que luego hizo llegar a IqLatino.

“Los niños corren, bailan, y juegan, día y noche. Hay una escuela para los niños que va por encima y más allá de los requerimientos del home schooling y donde también les enseñan la lengua lakota. La gente ha traído a sus caballos y a sus mascotas. Hay muchos ancianos en Oceti Sakowin y tuve el honor de hablar con ellos con ellos mientras nos sentábamos alrededor del fuego sagrado y escuchamos sus historias”, continúa.

“La primera noche en el campamento tuvimos una helada y las temperaturas cayeron debajo del punto de congelación. Las condiciones están mucho peor ahora, no solo porque el clima está más duro en la llanura, sino porque las condiciones en las líneas frontales rompen el corazón (…) Cuando estuve en el campamento, había una constante vigilancia de un helicóptero volando sobre nuestras cabezas. Volaba peligrosamente bajo y se creía que estaba tomando fotos a los rostros para reconocerlos. En la línea frontal, donde los protectores del agua se reúnen en oración –y conducen ceremonias que pueden incluir oraciones cantadas, quema [ritual de hierbas] de salvia, ofrendas o plantación de plantas sagradas donde la tierra está siendo profanada por DAPL– y los encuentran con gas lacrimógeno, balas de goma (…), agua con mangueras y otras formas de violencia. De nuevo, esta gente está desarmada y están viendo como se rompen los tratados, cómo su fuente de agua está comprometida y sus sitios de enterramientos y las tumbas de sus familias hechas pedazos delante de sus ojos. Esta es una llamada a la acción. Continuaremos protegiendo toda el agua”, culmina.

Bebber –Saraswati Om es su nombre espiritual– y varios otros profesores han estado dando clases de yoga a beneficio de Standing Rock y de la causa de Oceti Sakowin. El campamento tiene también su plataforma para recibir donaciones. En su web informan de forma detallada el material que necesitan, sobre todo de cara al invierno, y también reciben donaciones a través de Paypal ( www.paypal.me/ocetisakowincamp) o a esta dirección:

Oceti Sakowin Camp

P.O. Box 298

Cannon Ball, ND  58528

 

 

Imagen principal y primer video corto: cortesía Lorie Bebber

Más fotos de la cotidianidad en el campamento en su página de Facebook y en este trabajo fotográfico de Chris McGonigal y Damon Dahlen, editores fotográficos de The Huffington Post.