Los millennials somos menos egoístas de lo que piensas

Los millennials que en el 2017 podrían convertirse en la generación con mayor poder adquisitivo en EEUU, no son egoístas y están demostrando una gran afición por la filantropía.

Salón de conferencias con alfombra floral. Almuerzo estilo buffet. Asistentes hablando de sus planes para jugar bingo el fin de semana. De repente, se paran todos a recitar la misión en unísono. Terminan por rendirle lealtad a la bandera Americana. 

Esos relatos me trasladan a una asamblea general de la Logia tal vez en el año 1954. Pero no. Esas escenas describen una reunión de un club rotario al que asistí aquí en Miami. De más esta decir que, entre otras cosas, era la persona más joven presente.

No es un secreto que los clubes de voluntariado tales como Rotary International, Kiwanis y los Lion’s Clubs of America han visto declinar sus membresías en las últimas décadas. Reuniones como la que presencié no solo se están tornando arcaicas en cuanto a su estructura sino que tampoco resuenan con mi generación.

Nuestros presupuestos limitados, y nuestro deseo de innovar cuando de contribuir a una causa se trata, refleja por qué mi generación esta prácticamente excluida de los círculos filantrópicos tradicionales.

Los millennials nos conectamos y contribuimos de maneras muy diferentes que los filántropos afines a las galas, almuerzos protocolares y a las donaciones de legado de generaciones pasadas. Y es precisamente por eso que estamos retando a que las organizaciones reformulen como engranan su trabajo con jóvenes filántropos.

Generalmente, los millennials son escépticos a las organizaciones grandes, por ende somos menos propensos a hacer una donación a ellas. Para ser más precisa, preferimos apoyar causas. Las causas enfocadas en niños, seguido por entidades religiosas y la salud son los temas que encabezan la lista. Dado este enfoque en las causas antes de las organizaciones, la Generación Y es la más propensa a contribuir a entidades que nos inspiren y que tengan que ver con nuestros intereses, concurriendo con estudios que demuestran que nuestros contemporáneos tienen más influencia sobre nuestras decisiones filantrópicas que una institución en particular o sus representantes.

Una característica notable de la Generación Y es que lo que nos mueve son las experiencias. Los donantes jóvenes valoran vivir todo lo que conlleva apoyar a una obra benéfica en vez de simplemente hacer un donativo. A la medida que se pueda, buscamos apoyar la causa que nos apasiona con mas que nuestros tesoros, si no también con nuestro tiempo y talento. Esto ayuda a explicar por qué el voluntariado está en auge entre los millennials. En el 2014, 70 por ciento de los más de 2,500 empleados y gerentes millennials encuestados se pasaron por lo menos una hora en una actividad de voluntariado según el Reporte de Impacto Millennial 2015 del grupo Achieve.

Además, los filántropos millennials demandan más transparencia cuando se trata de dar que nuestros contrapartes mayores. Los bienhechores de la Generación Y quieren información detallada de donde invierten sus fondos antes de darle al “dona aquí.”

Para una perspectiva de primera mano sobre estas tendencias, me conecte con Cristina Mas, millennial Miamense, Directora de Marketing para Colliers International, y fundadora de Pause for a Cause, un evento anual donde jóvenes profesionales de Miami se juntan para recaudar fondos para más de 40 causas en nuestra comunidad.

Q: ¿Cuál es la diferencia entre la forma en la cual los jóvenes filantrópicos contribuyen a las causas que les importan a diferencia de otras generaciones?

Mas: La tecnología lo ha cambiado todo. El mejor ejemplo es el del Desafío del Cubo de Hielo en beneficio al ELA. Esa campaña se tornó viral por que los participantes pudieron compartir el reto en las redes. Las redes sociales han cambiado la forma en la cual las organizaciones mercadean sus causas. El mundo de la filantropía ya no es solo cartas escritas a mano y cheques. Toda organización tiene que tener una página asequible desde un celular, tener un “hashtag” para sus eventos…

Q: ¿Qué rechaza un millennial a la hora de decidir cómo invertir su tiempo, talento y dinero?

Mas: Queremos sentir que nuestra donación— sin importar la cantidad — importa. La mayoría de las personas encargadas de recaudar fondos para las entidades de renombre ignoran a nuestra generación porque todavía no tenemos los recursos para construir un ala nueva en nuestra alma mater. Pero nosotros seremos los miembros de tu junta directiva en un futuro y queremos saber que nuestra participación no es tomada en vano. Queremos la oportunidad de ensuciarnos las manos, y al mismo tiempo poder interactuar con los líderes de tu organización para poder avanzar profesionalmente.

Sin duda Cristina está en lo cierto. Todavía no podemos nombrar alas nuevas en nuestras universidades…pero también es cierto que estamos donando a un ritmo impresionante. Si vemos los números, 84 porciento de millennials contribuyó a una causa benéfica en el 2014. Por otra parte, mi generación dona un promedio de $481 cada ano, según el reporte Próxima Generación de Donantes Americanos de Blackbaud. Considerando que los millennials han sido apodados como la “Generación Deuda” esta estadística dice mucho acerca de nuestra disposición de donar. Además, en el 2017, los millennials tendrán el mayor poder adquisitivo en los Estados Unidos.

“Dinos como una pequeña contribución puede hacer una gran diferencia para tu organizacion” es una de las observaciones que más resonó conmigo después de mi conversación con Cristina. Por encima de todo, los millennials filantrópicos queremos sentirnos valorados e incluidos. Queremos un puesto en la mesa y la oportunidad de demostrar que no somos menos egoístas y somos mucho más caritativos de lo que piensas.