Salvando a Puerto Rico con el poder del voto

“Lo que le afecta a Puerto Rico, afecta a toda la comunidad latina y debemos unirnos para elegir a quienes estén dispuestos a cuidar de nuestra comunidad”.

En un ambiente político en el que la palabra “bipartidista” parece estar en peligro de extinción, el congreso de los Estados Unidos presentó una ley para lidiar con la crisis que vive Puerto Rico. Esta propuesta cuenta con la bendición del Congresista Republicano Paul Ryan, vocero de la cámara de representantes, y Nancy Pelosi, líder de la minoría Demócrata. Esta cooperación entre ambos partidos demuestra la importancia y la necesidad del bipartidismo para ayudar a nuestros hermanos puertorriqueños a salir de esta crisis económica y humanitaria. Sin embargo, es una muestra de lo importante que es elegir a representantes en el Congreso que apoyen a nuestra gente en estas situaciones difíciles. Veamos por qué.

La crisis en Puerto Rico escaló en el 2015 y un contingente de congresistas se negó a movilizarse de inmediato para prevenir que la situación se fuera de mal en peor. Congresistas como el puertorriqueño Luis Gutiérrez abogaron por darle a Puerto Rico la opción de reestructurar la deuda mediante el sistema legal de los Estados Unidos. Otros congresistas del partido mayoritario Republicano ignoraron al llamado de ayuda. Pudieron haber pasado una ley para proveer protección federal pero no lo hicieron. No tomaron en cuenta que la crisis ha causado que alrededor de 100,000 de mis hermanos puertorriqueños—ciudadanos estadounidenses—tuvieran que huir de la isla y establecerse en los Estados Unidos por falta de oportunidades de trabajo. Tampoco tomaron en cuenta que la crisis ha sumido a casi la mitad de la población a la pobreza y que instituciones públicas que ofrecen servicios vitales , como escuelas y centros de salud, han tenido que recortar sus servicios.

Esta inacción del Congreso no debe ser olvidada en las próximas elecciones. Si los congresistas se niegan a tomar en cuenta el bienestar de los 3.5 millones de ciudadanos que residen en la isla, los cinco millones de estadounidenses de origen puertorriqueño que vivimos en los Estados Unidos y los 100,000 que han emigrado de la isla a causa de la crisis económica tenemos derecho de negarles nuestro voto. Y de más importancia, tenemos el derecho de elegir a quienes mejor nos representen en el Congreso.

En Florida, por ejemplo, existe la oportunidad de elegir al primer congresista de origen puertorriqueño que represente al estado en el Congreso, el candidato Darren Soto. También en Florida está la oportunidad de elegir a un nuevo senador federal que represente al bienestar de la comunidad latina. Los puertorriqueños somos un bloque de electores con potencia suficiente para decidir elecciones.

La crisis que hoy sucede en Puerto Rico es el tipo de tema que nos afecta de manera personal y que nos demuestra lo importante que es alzar la voz y elegir a nuestros representantes a todo nivel del gobierno. En noviembre, no solo los puertorriqueños debemos tomar acción. Lo que le afecta a Puerto Rico, afecta a toda la comunidad latina y debemos unirnos para elegir a quienes estén dispuestos a cuidar de nuestra comunidad.