Honduras y El Salvador luchan contra la violencia de genero e infantil

El pasado 11 de octubre, se llevó a cabo un evento en el Inter-American Dialogue en la ciudada de Washington. El evento trató el tema de la violencia contra menores en Honduras y el Salvador. Estuvieron presentes Daniela Ligiero Directora Ejecutiva y CEO de Together for Girls, Rachel Dotson Directora de la Iniciativa de Género y Migración de Kids in Need of Defense, Manuel Orozco Director de Migración del Inter-American Dialogue y fue moderado por Michael Camilleri Director del Programa de Estado de Derecho del Inter-American Dialogue. 

Rachel Dotson dio inicio a su exposición diciendo cómo hay una preocupante por la cantidad de menores de edad que llegan a los Estados Unidos y vienen con un pasado de violencia; esto es más grave en las niñas y personas LGBTI. Dotson recién llegó de Honduras, compartió una historia donde una una menor de edad fue secuestrada y violada por una pandilla, al día siguiente fue devuelta a su casa con su familia. La familia tenía conocimiento de que la menor iba a ser objetivo de nuevo y por esa razón abandonaron el país. Historias como estas se repiten con recurrencia en el triángulo norte de América. Lo grave de la situación no es sólo el hecho de la violencia, sino la negativa de los gobiernos a realizar investigaciones, proteger a las víctimas e indemnizar a los sobrevivientes. Aunado a lo anterior, los tribunales especiales de menores no cuentan con los recursos necesarios para trabajar; la corrupción evita que estos fondos lleguen a las entidades que lo necesitan y  las pandillas controlan a jueces y trabajadores del sistema judicial. Rachel mencionó que para combatir estos tipos de violencia su organización y otras locales, lanzaron la iniciativa “Género y Migración” que promueve la investigación y defensa para prevenir la violencia basada en género y edad. 

Daniela Ligiero comentó cómo a través de la historia se ha creído que la violencia es algo con lo que el ser humano nace y tiene que aprender a vivir con ello. Sin embargo en el último siglo los niveles de violencia han disminuido; hoy en día en el mundo mueren más personas por suicidio que por homicidio incluyendo las muertes en guerra o por terrorismo, es la primera vez en la historia que éste fenómeno sucede. Daniela entiende que la violencia debe ser tratada como una enfermedad; puede ser pasada entre generaciones, puede ser contagiosa y por lo tanto debe relacionarse con la salud pública. Al igual que una epidemia, se debe ir al origen y hacer investigaciones, determinar cuáles son los factores de peligro y protección, determinación de tiempo-solución. Una vez se tengan todos estos datos, se deben introducir intervenciones que sirvan para la solución del problema y evitar que se siga propagando. Cuando los Estados no logran realizar ninguno de estos análisis buscando solución, es natural que las familias quieran migrar, en su mayoría a los Estados Unidos. En el caso de que el padre o la madre sean los únicos que migren el menor de edad de esa familia tiene más probabilidades de ser víctima de la violencia. Cuando se tienen instituciones débiles unido a la normalización y justificación de los hechos de violencia los resultados no pueden ser buenos. 

Manuel Orozco comentó sobre el ejercicio de la violencia desde un punto de vista histórico; una de los elementos sociales impuestos en centroamérica son los denominados por Orozco la trilogía: padre de la iglesia, padre de la patria y padre de la familia. El consensus de estas tres figuras es la subordinación de la mujer, el uso de la fuerza para el consentimiento es aceptado en cada una de estas áreas. Aunque estas son prácticas de hace cientos de años hoy en día estos pensamientos se ven reflejados en las sociedades centroamericanas. La noción de masculinidad, que el hombre tiene ciertos aspectos relacionados a la fuerza, violencia y subordinación en un esquema jerárquico hace que veamos al hombre como un ser superior o de mayor valor. Esa es una de las razones por las que la violencia de género es distinta en otros lados del mundo, por nuestra cultura, nuestras costumbres nos han condicionado de esa manera. 

La violencia de género, especialmente a menores es algo que se debe tomar en serio. Para los latinos es lamentable que sea un tema que se viva diariamente y como lo explican los expertos, es una de las razones principales por las que los latinos vienen a los Estados Unidos. Se debe hacer un llamado no solo a los gobiernos de donde se sufre la violencia sino también al gobierno estadounidense para que entiendan y sean de parte de la solución de miles de personas que desean migrar y han sido víctimas de la violencia. Es inaceptable que las políticas del presidente Trump sea atacar a los latinos que vienen en busca de un refugio, es un daño doble el que se le hace a estas personas.