El equipo de IQ Latino tuvo el placer de entrevistar a una personalidad deportiva a la que admiramos mucho, la nadadora olímpica Venezolana y medallista Panamericana Paola Pérez, quien obtuvo el puesto número 20 en la competencia de nado de 10 kilómetros en aguas abiertas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El camino de Pérez para llegar a las olimpíadas y representar a su país no fue nada fácil, debido a la carencia de recursos, entrenamiento calificado y apoyo en general. Aún así, Paola se consagró como una de las más grandes nadadoras de la historia de Venezuela y como un claro ejemplo de superación deportiva y personal.
Paola, cuéntanos un poco de tus orígenes. Cuéntanos de tu familia.
En mi familia son todos deportistas. Mi papá hacía natación, triatlón, atletismo, salto y todo lo que te puedas imaginar relacionado con el medio acuático. Mi madre era competidora en nado sincronizado, mi hermana Silvia es medallista sudamericana y mi hermano menor también nadaba. En general el deporte era todo en mi casa, se respiraba y se comía deporte…
¿Cómo empezaste a nadar otros estilos?
Yo hacía pecho y mariposa, no me especializaba mucho en estilo libre. Desde muy pequeña madrugaba todos los días para entrenar todos los días… fue después del tiempo que empecé a hacer aguas abiertas.
¿Qué distinción sientes entre tu especialidad y el nado en piscina?
A mi parecer, son deportes muy distintos. La relación que tienen es que ambos se hacen en el agua pero se diferencian mucho, desde el competidor hasta la forma. En la piscina las condiciones no cambian, todo está calculado. En aguas abiertas todo cambia e influye. La temperatura del agua, la preparación, el equipamiento, el clima… Incluso he llegado a salir golpeada por lo rudo que puede llegar a ser el deporte.
Cómo sientes que tu carrera y tu vida personal congenian?
Sinceramente no tengo mucha vida personal, a esto es a lo que le dedicó la mayoría de mi tiempo. Este no es mi hobby, es mi vida. He hecho muchos sacrificios para lograr mis objetivos.
Cuéntanos tu opinión acerca de la presión de un atleta olímpico.
Siento que la major presión del atleta es que el público te critica y esperan que ganes todas la medallas sin haber visto todo lo que uno ha sacrificado para estar ahí. El caso de Simone es una representación de lo que nos pasa mucho a nosotros los deportistas.
Tu transición al salir de Venezuela…
Mi transición desde Venezuela no ha sido fácil. Yo me fui de Venezuela principalmente porque no habían muchas piscinas, y sin ellas no puedo entrenar. La gente usualmente emigra porque no puede vivir, yo me fui de mi país para poder hacer lo que amo.
Háblanos un poco de lo difícil que es ser un atleta Venezolano sin el apoyo del estado.
Ser un atleta Venezolano no es nada fácil. No es como en otros deportes, pero el apoyo por parte del gobierno Venezolano es ninguno. He venido a Chile y tengo que trabajar y entrenar al mismo tiempo. Los gastos de un deportista son muchos y los he tenido que conseguir por medios propios porque no nos ayudan. Eso ha sido una gran dificultad. En muchos países el apoyo al atleta es total mientras que en Venezuela no, es duro. Aún así a todos las personas les tocan dificultades y nosotros mismos tenemos que aprender a ser nuestro motor y afrontar las adversidades para lograr nuestros objetivos. ¡Nosotros somos nuestro mejor apoyo!
Cómo ha influido el Covid19 en tu preparación deportiva.
El Covid ha sido una situación ruda. Yo soy una atleta que necesita entrenar durante varias etapas del día y durante un momento no pude ir a las piscinas. En Chile las regulaciones han sido largas y estrictas y cuando me dejaban entrenar era una sola vez al día. Yo como nadadora de aguas abiertas no podía entrenar lo suficiente y los permisos de atletas se los daban a los deportistas nacionales de Chile. Aún así, ¡entrenaba como podía!
Mejor momento de tu carrera.
El mejor momento de mi carrera fue cuando gané la medalla en los Panamericanos de Canadá en 2015.
Peor momento de tu carrera.
El peor momento tuve que ser en Lima 2019, cuando sufrí un ataque de hipotermia al ser la única nadadora de la competición que no contaba con el traje de neopreno reglamentario. Luego, eso desencadenó un hueco emocional en el que me encontraba debido a las presión y las dificultades generales del deportista.
¿Qué metas tienes para el futuro?
A corto plazo asistiré a las competiciones que salgan, pero mi mente ahorita está enfocada más que nada en clasificar para los juegos olímpicos de París 2024.
¿Un mensaje para la audiencia?
Un mensaje para los deportistas de mi país: Quiero decirles que aunque sea difícil ser un atleta de alto rendimiento en Venezuela al no recibir apoyo, que no se rindan. Siento que cuando uno de verdad quiere algo, va a conseguir la manera que sea de lograrlo.