En Venezuela, el diálogo entre la opositora la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el Gobierno parecía a punto de clausurarse, por la falta de cumplimiento por parte del sector oficialista, según denuncias de la oposición, de los acuerdos. Ayer 6 de diciembre, fecha que estaba prevista para una nueva reunión, las partes se reunieron por separado con los mediadores de Unasur y el Vaticano, en Caraca, y parece que las negociaciones tienen un nuevo respiro.
Primero se reunieron con los facilitadores los representantes de la oposición. “Ahí dejaron en claro que el gobierno debía cumplir con los cinco acuerdos firmados el 11 de noviembre, de lo contrario abandonarían la mesa de diálogo”, escribe Hernán Lugo Galicia en El Nacional.
“Los facilitadores presentaron unas propuestas para reactivar y relanzar el diálogo que vamos a presentar a la Mesa de la Unidad. Hubo un punto de inflexión en el diálogo que estaba amenazado de muerte”, dijo Jesús Chuo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, cita Ibis León en Efecto Cocuyo.
La nota de Lugo Galicia dice que los representantes del gobierno discutieron, sobre todo con el mediador Ernesto Samper, “cuatro alternativas para destrancar el juego, entre ellas: 1. Que el Ejecutivo ordene al TSJ reconocer a la Asamblea Nacional como poder legal al admitir como válida la comunicación de la directiva legislativa sobre la desincorporación de los tres diputados de Amazonas, sin que ese acto tuviera que ser avalado por la plenaria, como había pedido el presidente Nicolás Maduro. 2. A partir de esa decisión, el Parlamento quedaba en libertad de escoger a los cinco rectores del CNE (dos principales, tres suplentes). 3. Que en las próximas horas se liberen a siete presos políticos”.
“En la MUD consideran que la ‘carta confidencial’ del secretario del Vaticano, Pietro Parolin, surtió efecto al exigirle al gobierno que acatara lo acordado y presentarán las nuevas propuestas. Por ello, el Parlamento no escogió a los rectores del CNE como estaba en la agenda de ayer y, además, se acordó aceptar ir a la cita con los mediadores.
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El oficialismo le atribuye a monseñor Parolin la misiva dirigida a Jorge Rodríguez, Samper y Torrealba, con la petición de que el contenido no se hiciera público, aunque se filtró a la prensa la molestia de la iglesia católica por la no liberación de 62 presos políticos, entre ellos el alcalde metropolitano Antonio Ledezma, Leopoldo Lopez y los diputados suplentes Renzo Pietro y Gilberto Sojo”, agrega el periodista.
De acuerdo con otra nota de Efecto Cocuyo, el mediador de El Vaticano, monseñor Claudio María Celli, declaró más tarde que él y el resto de los mediadores instaron a los poderes públicos, en particular el Tribunal Supremo de Justicia y Asamblea Nacional, a no emitir decisiones “que puedan crispar el ambiente político”. Asimismo, Ernesto Samper dijo que pronto se harán públicas “nuevas medidas” para enfrentar la crisis alimentaria y la escasez de medicamentos.
Lo que se quiere, según las palabras del sacerdote, es que las partes puedan reencontrarse el próximo 13 de enero de 2017 con las menores tensiones posibles. Esa sería la fecha para una nueva reunión, no se sabe si por separado con los mediadores como este 6 de diciembre, o cara a cara.
“Debemos iniciar una etapa para la reactivación, consolidación y sostenibilidad del diálogo nacional. Para ello presentamos propuesta de trabajo y hemos solicitado a los poderes públicos no aprobar o abstenerse de dictar decisiones que desfavorezcan el diálogo hasta el 13 de enero”, dijo Celli, como reseña el artículo firmado por Odell López.
En la interpretación de Odell López, “estas solicitudes podrían frenar un eventual nuevo debate en la Asamblea Nacional sobre el juicio político contra Nicolás Maduro por abandono del cargo, como lo solicita Voluntad Popular, y además también le podría poner una barrera al Tribunal Supremo de Justicia para designar a los dos nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral, saltándose los procesos constitucionales que facultan a la AN, tal como lo solicitó el Psuv al máximo tribunal”.