Instinto de Vida. Así se llama la campaña que juntó a 28 organizaciones de los países más violentos de Latinoamérica, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Venezuela, para incidir en las autoridades de sus países y lograr que en ellos se reduzcan los homicidios a la mitad en 10 años.
Según las cifras del Observatorio de Homicidios del Instituto Igarapé, aliado de esta campaña, Latinoamérica concentra el 8% de la población mundial y, al mismo tiempo, produce el 38% de los homicidios de todo el planeta, lo que la convierte “en la región más violenta del mundo”. Un promedio de 144 mil homicidios al año. 34% de los homicidios de todo el mundo ocurren en esos siete países.
El sitio web de la campaña disecciona estos números un poco más: “Cada 15 minutos en América Latina y El Caribe ocurren cuatro homicidios. Son 400 muertes todos los días (…) De las 50 ciudades con más asesinatos en todo el planeta, 43 están en América Latina. De cada cuatro personas asesinadas en el mundo, una es brasileña, colombiana o venezolana”
Sergio Guarín, investigador y director de Ideas para la Paz, una de las promotoras de la iniciativa, habló además de la impunidad, durante la presentación de la campaña en Bogotá, el 24 de abril.”En el global, menos de la mitad de los homicidios se esclarecen por la vía judicial. O sea que no solo somos unos productores absurdos de muerte sino que no somos capaces de idenfiticar a los responsables ni de castigarlos”.
“La primera cosa [de la] que evitamos darnos cuenta cuando la muerte golpea nuestra puerta es que detrás de toda muerte hay un drama, detrás de toda muerte violenta hay una gran tragedia, detrás de cada muerte violenta hay una historia que nadie quiere repetir. Nos acosumtbramos a vivir con la violencia homicida y empezamos a pensar que las cifras de la violencia homicida son solo datos en documentos, sin entender que esa volencia homicdia no es normal, no es aceptable”.
Lo que se propone Instinto de Vida es llegar a esta meta de reducción de los homicidios llamando a un debate público de altura, en el que participen los gobiernos locales, regionales y nacionales –“que se comprometan a hacer cambios que lleven a una reducción de esas muertes violentas”, dice su sitio web–, y la sociedad. Para que los homicidios dejen de estar normalizados “Esta iniciativas que estamos lanzando hoy es una manera de decir, no más, ya basta, un llamado a la consciencia”, añadió Guarín.
Partiendo de la base, agrega la web de Instinto de Vida, de que los Estados tienen el deber de proteger a las personas y concebir la seguridad como un bien público y apostando por la transformación de la sociedad. “La mejor manera de asegurar los cambios culturales es involucrar a la población directamente en la reducción de los homicidios, a través de un mensaje positivo sobre el valor de la vida”, sostienen en la página.
Trazan una ruta para lograr la meta propuesta: ” 1. Estableciendo objetivos y metas para la reducción de los homicidios, respaldados por compromisos claros de los gobiernos. 2. Apoyando el desarrollo de planes y programas para reducir los homicidios en las zonas más afectadas 3. Difundiendo datos e información sobre las políticas públicas y los programas que funcionan efectivamente 4. Con movilizaciones que presionan a los encargados de la toma de decisiones a realizar cambios e inversiones en las políticas públicas 5. Estimulando la empatía, en contraste con la idea de que las tasas altas de asesinatos son normales o aceptables en nuestras sociedades 6. Estimularemos la movilización de ciudadanos y ofrecemos apoyo técnico para que los responsables por las políticas públicas desarrollen planes efectivos de reducción de homicidios”.
“Si hacemos esto juntos, vamos a evitar que 365 mil personas mueran 365 mil historias que sí se van a poder contar. Esto si nos esforzamos todos”, cierra Sergio Guarín
La campaña funciona en las redes sociales con la etiqueta #NiUnMuertoMas e invita a la sociedad en a participar en ella en su sitio web.