Todos Somos Buenos: el proyecto fotográfico que busca derribar muros del espíritu humano

¿Cómo se derriban los prejuicios en un mundo que parece que no hace sino alimentarlos? ¿Cómo se disuelven las ideas preconcebidas de lo que creemos diferente a nosotros (y el temor a eso)? ¿Cómo se levanta un país de los escombros de un conflicto armado de décadas y da un paso adelante en el perdón y la reconciliación? ¿Por dónde comienza?

El bogotano José Alejandro González empezó con su cámara. Fotógrafo y videógrafo, un día como hoy, 11 de mayo de 2014, emprendió la cruzada de retratar a todos los humanos que se encontraba en los recorridos de sus viajes, para que todos los demás fuéramos capaces de mirarlos(nos) a los ojos. Esto se convirtió en el proyecto Todos Somos Buenos. González viajaba entonces desde Nueva York a Bogotá, por vía terrestre. En 23 días y 17 mil kilómetros hizo 1.500 retratos en Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia.

“Una mirada al individuo donde el fotógrafo se mezcla con el retrato, logrando explicar momentos y entornos, un diálogo de forma natural con la realidad que atraviesa el espíritu humano”, explicó.

Ahora lo sigue haciendo en Colombia.

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El manifiesto del proyecto, en su sitio web, sostiene: “Creemos que cada ser humano tiene una historia, que tiene sueños y propósitos en la vida que valen la pena contar. Este proyecto es un mensaje de unión a la humanidad. Es un deseo de acercar seres humanos no sólo diferentes sino procedentes de lugares distintos y juntar sus voces”.

Esto le contó a Paula Durán, en The New York Times en español, a propósito de los retratos que ha hecho en Colombia, el país que recientemente logró un acuerdo de paz con las guerrillas de las FARC después de 40 años de guerra. Que no todos somos buenos, le dijo, pero:

“Para mí, afirmar que todos somos buenos es bien difícil. Yo me lo imagino a nivel metafórico, como en Hollywood con ese cartel grande que dice Hollywood: yo quisiera poner un letrero grande en una montaña que diga Todos Somos Buenos y que nos sirva como reflexión en cualquier pedacito de nuestra vida.

Detrás de la frase TSB cada persona tiene la responsabilidad de asumir sus actos. No es un proyecto alcahueta. Existe una ley y si uno hace algo hay consecuencias, pero lo que no podemos es juzgar a otros.

¿Qué quiero yo con una cámara? Lo que yo propongo es hacerle un retrato a toda la humanidad y que cada uno se mire en los ojos del otro. No puedo ser tan ingenuo de pensar que todos somos buenos pero sí creo que es muy atrevido estar dándonos palo y dividirnos en vez de decir: ‘¿Por qué no nos miramos los unos a los otros y entendemos que todos cabemos acá?’ “.

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En abril, escribió en El Tiempo: “Por esta razón, me he dedicado a retratar a quienes me encuentro en las calles. Un habitante de calle, un exparamilitar, un carpintero, una médica o una política. Todos pueden participar en este proyecto, es una ventana abierta por donde quiero que nos veamos y nos escuchemos.”

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“El miedo, la violencia, la falta de amor tan verraca que tenemos, eso se mezcla–dijo sobre Colombia, y podía estar hablando de cualquier otro país–. Me da mucha alegría hablar de TSB porque va a generar discusión y si la gente habla van a tener que aceptarse y entender algo válido: cuando algo le cae realmente mal es porque algo tiene adentro que lo refleja. Somos homosexuales, somos drogadictos, somos guerrilleros, paramilitares, políticos, corruptos, buenas o malas amas de casa, buenos o malos papás, pero cada individuo está tratando de ser un poco mejor”, agregó en la entrevista con Durán.

Imagen principal: cuenta de Facebook de Todos Somos Buenos.

Resto de imágenes: cuenta de Instagram