Marcela Céspedes, una profesional de San Juan, provincia del centro oeste de Argentina, formada en la facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño fue reclutada por la multinacional Electrolux, por una innovación de su autoría: un biodigestor, especie de contenedor cerrado que genera biogás con residuos orgánicos, el cual se adapta a la cocina y la alimenta con la energía generada.
Este biodigestor de uso doméstico formó parte de la tesis de maestría que la profesional realizó en la Academia Domus de Milán, Italia. Gracias a esta innovación logró llamar la atención de la multinacional Electrolux y actualmente trabaja para el país país europeo.
Los biodigestores son contenedores cerrados, herméticos e impermeables dentro de los cuales se deposita material orgánico para que fermente y genere biogás. Generalmente estos aparatos eran utilizados por las industrias. El interesante diseño de la argentina permitió que los biodigestores se adapten a las cocinas domésticas y generen biogás gracias a la descomposición de restos de residuos orgánicos como cáscaras de papas, de calabaza y hasta pedazos de verdura inutilizables.
La diseñadora industrial explicó el modo de funcionamiento del biodigestor de una manera muy práctica: “El modo de funcionamiento del biodigestor es similar al del aparato digestivo del cuerpo humano. La basura pasa por una especie de triturador, ingresa a un tanque donde es tratado con enzimas y de allí pasa por un serpentín, que del mismo modo que trabaja el intestino, decanta los desechos. De esa forma, parte se convierte en biogás y lo que queda puede ser utilizado como abono”.
Sobre su implementación, Céspedes apuntó que “hasta ahora se han llevado diferentes pruebas en las cuales alcanzamos a generar 3 horas de suministro de biogás, que sirven para entibiar el espacio, con el procesamiento de 1 kilo de residuos domésticos”.
Los biodigestores son como la CPU de una computadora. A simple vista, el aparato es como una carcaza de 55 centímetros, que se adapta perfectamente a la cocina. La profesional concluyó diciendo: “Es nuevo concepto de cocina macrobiótica que apunta a la generación de energía limpia y apuntalado en la idea de sustentabilidad del tratamiento de los desechos domésticos”.
Fuente: Tiempo de San Juan | @IQLatino