La Copa del Mundo en Brasil generará cerca de 2,72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente, sin contar las obras en estadios e infraestructura, o los millones de televisores encendidos para ver cada partido, según estimaciones de la FIFA. El transporte internacional aparece como la mayor fuente de emisiones del estudio de la FIFA, pero aún excluyendo este aspecto la huella de carbono en Brasil sería cerca de 13 veces más contaminante que en Alemania 2006. Para Sudáfrica 2006 se previeron emisiones similares a las de Brasil ahora, pero el resultado final fue bastante menor según Naciones Unidas: 1,65 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Esto significa que el Mundial que arranca el 12 de junio podría ser el más contaminante de todos los tiempos, aunque la FIFA promete reducir esto con acciones específicas.
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