A unos pocos días de que comience la Copa Mundial de Fútbol en São Paulo, la ciudad más grande de América del Sur lucha para superar una crisis de escasez de agua que ha colocado a este verano en la lista de los más secos registrados hasta ahora. Los niveles del sistema hídrico de Cantareira, que abastece a 9 millones de personas en la ciudad -47% de la población urbana-, han caído a mínimos históricos. La alarma de Cantareira, que consta de cinco embalses, se ha convertido en noticia de primera plana en los medios brasileños, algunos de los cuales aseguran que el sistema estaba a sólo el 8.6% de su capacidad hasta el pasado 13 de mayo. La escasez de agua ha puesto a la ciudad en dificultades para garantizar el suministro en el mismo inaugural entere Brasil y Croacia, el próximo 12 de junio.
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