Sin embargo, a medida que los coches se asemejan cada vez más a los ordenadores surgen dudas sobre la seguridad a la hora de conducirlos. De hecho, si todas esas nuevas funcionalidades están controladas por un sistema operativo centralizado y conectado, ¿es posible hackear coches y hacerse con su control?
El universo 2.0 ha aterrizado en el mundo del automóvil y trae consigo los riesgos de la conectividad global: la piratería informática. Debido a esta cuestión, Telefónica ha comenzado desde hace años a prepararse para afrontar estas nuevas amenazas y apuesta por empresas como Eleven Paths.
Se trata de una compañía especializada en profundizar en las soluciones de seguridad de sus productos y servicios. De hecho, consideran que la forma de solucionar el problema de las amenazas es unir a profesionales con una gran experiencia en el sector. Y es que la seguridad es una característica que tiene que ir de la mano de la tecnología para que nos proteja siempre en nuestra actividad profesional y personal.
En este sentido, David Barroso, CTO de la compañía, asegura que “hay empresas nuevas que están comenzando a desarrollar software de seguridad para combatir el hacking en los utilitarios”. No en vano, si tenemos un coche con conexión a Internet es mucho más fácil que nos espíen o que rastreen nuestra localización.
La opinión de las dos grandes empresas de seguridad, McAfee y Kaspersky, es que el problema de la seguridad surge debido a que los dispositivos los desarrollan distintos fabricantes. ¿En qué deriva esto? En que no exista un estándar industrial fijo y los coches conectados sean más vulnerables a ataques específicos e imprevisibles. Por tanto, los componentes más importantes para la seguridad de un automóvil podrían ser hackeados si no disponemos de un buen software anti-spyware.
Nos encontramos con un vergel de posibilidades para las nuevas empresas que quieran introducirse en el mundo de la seguridad. De hecho, muchas de ellas ya comienzan a trabajar en evitar que los intrusos se cuelen en nuestra vida privada.
Barroso considera que “los fabricantes de utilitarios se tienen que poner las pilas en este aspecto para hacer frente a las nuevas amenazas”. Además, advierte de la “gravedad del asunto, ya que manipular un automóvil puede ser causa de accidente y ante esta situación, empresas como Ford y BMW comienzan a invertir enseguridad en sus automóviles conectados”.
Por tanto, aunque en un principio se pueda creer que la conectividad en los coches es susceptible de ataques, la realidad es que muchas compañías trabajan constantemente en buscar soluciones de seguridad.
Fuente: Think Big Blog.