El tenedor se creó en el periodo bizantino, en el siglo XI. Desde entonces, este utensilio no ha dejado de evolucionar y adaptarse a través de la innovación.
Así lo explica una nota de la revista Quo, referida por CNN Expansión, que hace referencia a la definición de Jordi Salas-Salvadó -coautor del libro La alimentación y la nutrición a través del tiempo- del tenedor, y el resto de los cubiertos, como lo son la cuchara y el cuchillo.
Los bizantinos crearon el tenedor para hacer más fácil llevarse ciertos alimentos a la boca sin tener que utilizar los dedos, como acostumbraban los antiguos romanos y otras sociedades de la época.
La herramienta original no era como se le conoce actualmente; era plano y constaba de dos puntas alargadas, más parecida al actual trinchador.
En el Siglo XI, aparece por primera vez en Europa debido a que Teodora, hija del emperador de Bizancio, Constantino Ducas, contrajo nupcias con Doménico Selvo de la República de Venecia y a partir de esta centuria comenzó a utilizarse en los banquetes europeos.
Tres siglos más tarde, el rey Eduardo I de Inglaterra lo usa por primera vez para comer fresas y frutas pequeñas.
En el siglo XVII, en Italia, el uso del tenedor se da exclusivamente entre los miembros de la sociedad burguesa. En España se empieza a usar, debido a que lo adopta el rey Felipe III.
Cien años más tarde, el tenedor deja de ser plano y comienza a tener tres o cuatro puntas.
Barcelona crea la primera industria para su fabricación en el siglo XIX. Su uso comienza a generalizarse en los hogares de América del Norte.
Cuando la civilización occidental comenzó a usar el tenedor, los bizantinos ya tenían 900 años haciéndolo.
Fuente: CNN Expansión | @IQLatino
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