La Organización Mundial de la Salud (OMS), por iniciativa de Argentina y con apoyo de la Unión de Países del Sur (Unasur), ha puesto en marcha un mecanismo para la detección de medicamentos falsificados, caducados o de etiquetado engañoso, por pueden poner en serio peligro la vida de las personas que los toman. María José Sánchez, directora del programa, alerta que “el flagelo de los medicamentos falsificados no afecta sólo a una región, sino a todos los países”. Según la OMS, en América Latina los países más afectados por este tipo de delito son Bolivia, Perú, Brasil, Paraguay y Colombia. “En un primer momento, cuando se lanzaron las inspecciones en Argentina, encontramos falsificaciones mayormente en el sector de los medicamentos de bajo costo y alta rotación, como las aspirinas y los productos para la fiebre”, asegura Sánchez. La aparición de medicamentos falsificados tiene su razón en el elevado costo de ciertas medicinas que lleva al surgimiento de mercados paralelos, la falta de abastecimiento de una medicación, el aumento del comercio en zonas de reglamentación permisiva y, ante todo, la comercialización a través de Internet.
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