El cambio climático ha permitido que algunas plagas evolucionen y se hagan más resistentes a los insecticidas, lo que las hace más agresivas y que ataquen con mayor fuerza a las diversas cosechas, particularmente en el campo mexicano. Así lo indica una investigación llevada a cabo por el mexicano Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria (Inifap), cuyo director, Pedro Brajcich Gallegos, subraya que la solución a la mutación de la plaga no es los cultivos transgénicos, sino que se capacite a los hombres del campo para producir semillas de maíz, sorgo, soya, frijol, arroz y otros cultivos, que tienen un mayor rendimiento en el campo. El estudio sobre la plaga fue presentado en la Reunión Nacional de Investigación, Innovación, Pecuaria, Agrícola, Forestal y Acuícola-Pesqueros Yucatán 2014. Según Brajcich, si los campesinos mexicanos no están preparados para lo que se avecina con las plagas resistentes, podrían tener problemas en la producción de alimentos, por lo que es necesario renovar, intercambiar experiencias y tomar acuerdos importantes.
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