El británico Mark Wood tiene un oficio poco frecuente: es explorador. Así lo dice en su tarjeta de negocios. Pero además tiene otra particularidad: durante sus expediciones, Wood conecta las escuelas más remotas que se encuentra en su camino con otros establecimientos en el resto del mundo, a través de videoconferencias.
Los alumnos tienen la oportunidad de seguirlo en sus viajes, pero también de conocer a estudiantes de otros países con los que, tal vez, tengan mucho en común.
A los 46 años, ha estado en los lugares más remotos y desconocidos. “En Nepal, los niños no te valoran por tus logros. No están interesados en cuántas expediciones has hecho sino en saber qué hay en el mundo que les rodea”
En su última expedición, Wood visitó en solitario los dos polos del planeta. En el camino, grabó todas las semanas varios mensajes en formato podcast que permitieron a medios y curiosos conocer el progreso casi diario de su viaje y las insólitas situaciones con las que se encontraba en tan duro clima.
Esta vez dio un paso más en la misma dirección y ha establecido un programa de seguimiento con escuelas de diez países, en colaboración con Skype, al tiempo que conecta los establecimientos de los pueblos adonde llega en su viaje con otros lugares del planeta.
Wood tiene dos objetivos en sus periplos: explorar y llevar al mundo lo que ven sus ojos. Para cumplir esta última meta, utiliza todos los formatos que están a su alcance: desde fotografías y vídeos hasta grabaciones de voz y entradas de blog.
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