Ejercer un periodismo independiente siempre ha sido complicado. Factores e intereses de todo orden conjuran en su contra. Y desde hace años la situación es tanto más difícil y compleja en Venezuela, donde la polarización política, pero sobre todo los cercos legales y económicos desde el gobierno socialista a la prensa privada, amén de la compra de diarios y televisoras otrora independientes y amenazas permanentes a empresas y periodistas, han llevado casi a la asfixia al periodismo y la libertad de expresión. En ese panorama dos profesionales de la comunicación de alto calibre han echado a andar un proyecto emprendedor e innovador con el nombre Efecto Cocuyo, una apuesta por el periodismo de investigación desde el espacio digital.
Laura Weffer, anterior reportera del diario El Nacional y ex miembro de la Unidad de Investigación del diario Últimas Noticias (que logró varios reconocimiento y premios internacionales por la calidad de sus reportajes sobre los hechos violentos acaecidos en Caracas hace casi un año); junto con Luz Mely Reyes, ex jefa de la misma Unidad y ex directora del Diario 2001, son las cabezas de Efecto Cocuyo, que en apenas semanas ha logrado sumar más de veinte mil seguidores en su cuenta de tuiter (@EfectoCocuyo).
Como explican en su declaración de principios, “la adquisición sistemática de medios de comunicación en Venezuela, por parte de grupos que favorecen al Gobierno, emplaza a los periodistas a construir espacios independientes, responsables, plurales y confiables que rompan con la barrera de la desinformación y el silencio que se imponen sobre la ciudadanía”.
EfectoCocuyo.com, dicen Weffer y Reyes, es una respuesta a ese reto. “Aquí estamos emocionados y convencidos de que en estos tiempos oscuros para la información el camino inequívoco es el periodismo independiente. El compromiso es con los ciudadanos que tienen el derecho a saber lo que acontece, las consecuencias y los alcances de los hechos en sus vidas, sus familias, su país”, agregan.
Este emprendimiento periodístico está respaldado por Ecoem, grupo dedicado a apoyar iniciativas innovadoras, pero también persiguen el objetivo de lograr la participación de las audiencias en el proceso de elaboración de agendas temáticas y el intercambio de información a través de redes sociales y otras herramientas dispuestas para esa interacción.
“Este modelo también rompe esquemas administrativos al apelar al sistema de microfinanciamiento, a través del cual se ofrecerá un número de acciones para que los usuarios sean socios de Efecto Cocuyo y a la vez permita recaudar fondos que serán destinados a planes editoriales. El primero de estos apunta a la cobertura de las elecciones parlamentarias. Los aportes son cien por cien auditables“, explican.
Sin duda, en la circunstancia venezolana donde la libertad de expresión vive un período oscuro, Efecto Cocuyo, nombre con el que en ese país se le llama a las luciérnagas, se trata de una avanzada inteligente y valiente por alumbrar el camino del periodismo de investigación y ciudadano.
AFN | @IQLatino