América Latina no es solo el rincón más desigual del mundo, con un tercio de la población en la pobreza, sino que además es la segunda región más urbanizada del planeta, con casi un 80% de sus habitantes residiendo en ciudades. Aunque las cifras han mejorado en este siglo, aún un tercio de los latinoamericanos mora en viviendas precarias, y una minoría en la calle. Un cuarto reside en favelas, villas de emergencia, asentamientos irregulares o como se llame en cada país a los barrios de chabolas. ¿Cómo responden los gobiernos ante tanta necesidad de vivienda digna? Los expertos consideran que el déficit no se resuelve si se lo deja en manos de un mercado urbano en el que la tierra es escasísima, la especulación abunda, el crédito falta entre los más pobres y se necesitan cada vez más salarios para comprar una vivienda. Brasil y Colombia han adelantado programas gubernamentales para mejorar la calidad de los barrios y sustituir las viviendas precarias, que han tenido buenos resultados. Ecuador y Venezuela también tienen planes de vivienda.
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