Ocho empresarios argentinos debatieron sobre el papel de las compañía que operan ese país frente a la Responsabilidad Social Empresarial. Son: María Amelia Videla, directora de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de ManpowerGroup; Cynthia Giolito, gerente de RSE en Telecom Argentina; Constanza Gorleri, gerente de RSC del Banco Galicia; Javier Di Biase, gerente de RSE de Grupo Sancor Seguros; Soledad Echagüe, directora de Asuntos Públicos de Dow Argentina; Mario Casasco, gerente de Relaciones Institucionales de Loma Negra; Florencia Salvi, gerente de Sustentabilidad de la AmCham (American Chamber of Commerce) y Alejando Díaz, director ejecutivo de la Cámara Comercio de Estados Unidos en la República Argentina (AmCham).
¿Cuál es el estadío de la sustentabilidad hoy en la Argentina?
María Amelia Videla (Manpower): Hay una evolución hacia un mayor grado de madurez que se demuestra en cómo está el tema en la agenda corporativa, quién está a cargo, con qué nivel de reporte y qué nivel de incidencia, y eso da una idea de cómo esa organización toma la agenda, con qué profundidad y con qué nivel de compromiso. Y en ese sentido, me parece que, como toda la agenda de sustentabilidad, sin prisa pero sin pausa, viene avanzando. Pero hay un panorama bastante disparejo aún: hay directores para los cuales está el tema en agenda pero otros que ni siquiera lo discuten y aún creen que hoy es tema de gerencia.
Al ser empresas multinacionales, ¿la alineación se da naturalmente o se desarrollan conceptos locales for export?
Soledad Echagüe (Dow): En los temas de comunidad la agenda se maneja a nivel local, porque la problemática tiene que ser identificada localmente y de hecho, el éxito de los programas tiene que ver con la evaluación local. Nosotros tenemos una estructura en sustentabilidad a nivel global muy fuerte que que arrancó en 1995 cuando nadie hablaba del tema y desde entonces se trazaron metas a 10 años en temas de salud, seguridad y medio ambiente que tienen que ver con sustentabilidad. En 2005, se rindió cuentas sobre eso y se trazaron nuevos objetivos al 2015, que son metas de sustentabilidad. En definitiva, es una agenda global pero también local.
¿Varía el estadío de la RSE según el tamaño de las empresas?
Cynthia Giolito (Telecom): Hoy las grandes empresas somos las que más hemos aprendido, pero todavía nos quedan medianas y pequeñas por engancharse en el modelo de la sustentabilidad. Y esto va más allá de la industria, va mas allá del tamaño, va más allá del lugar geográfico donde está ubicado, porque el conjunto de responsabilidades y de orientaciones de largo plazo, para una empresa la va a ser sostenible en el tiempo, más allá de si somos una empresa de telecomunicaciones o si somos una empresa de seguros o si somos una empresa manufacturera. Después, sí empieza a estallar lo que es la problemática particular de la industria.
En el segmento puntual de seguros, ¿la competencia ya está dándose también en este terreno?
Javier Di Biase (Sancor Seguros): La actividad aseguradora sin duda tiene mucho que ver con la responsabilidad social, porque en definitiva nosotros vendemos un papel y una promesa, o sea que, sin dudas, está íntimamente ligado. En particular nosotros como grupo cooperativo tenemos un plus en este tema ya que venimos con esa cultura arraigada desde nuestra forma de ser. Obviamente que nada es la panacea y que hay muchísimas cosas por mejorar. Tenemos el norte bien claro con toda la temática vial y con las acciones de la fundación que empezó a operar en 2008.
¿Cuán necesaria es la articulación público-privada para el largo plazo de las acciones de cada una de las compañías?
Mario Casasco (Loma Negra): La realidad es que la industria cementera es energía intensiva y cada vez estamos trabajando más en la generación de energías renovables. Entonces es fundamental la articulación con lo público ya que se pone el foco en las comunidades donde operamos. Loma Negra tiene nueve fábricas en el interior y cada una tiene una comunidad. Nuestro foco pasa también por el desarrollo de los jóvenes de entre 14 y 29 años. También trabajamos el tema educación, recreación, organización a través del deporte o lo que significa el desarrollo de proyectos laborales, en los cuales puedan insertarse pero haciendo foco a los jóvenes y ahí nosotros creamos lo que son los CDC (Centros de Desarrollo Comunitarios), con el objetivo de incorporar en red las distintos organizaciones y también los estados. Los municipios son clave.
Una de las tendencias de la sustentabilidad es la integración de la cadena de valor…
Videla: Nos animamos a armar un espacio, en el cual la gerencia de compras y el área de sustentabilidad comparten una mesa con sus proveedores para hablar de la relación cliente-proveedor. Y como han sido varios años ya de trabajo, desde el 2008, es interesante ver la evolución de ese espacio de diálogo. En el primer tiempo fue estar un poco más atentos, generarles otro espacio de abordaje para plantearles los temas que hacen a la construcción de la relación. Y al haber avanzado en esos espacios, desde el 2008 hasta el 2012, logramos continuidad, convocatoria de otros proveedores nuevos, vamos viendo mayor conocimiento y abrimos un espacio de capacitación en materia de sustentabilidad. Y en estos años lo que vemos es cómo dejó de ser desconocido el tema y cada vez hay mayor interés, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas.
¿En la experiencia de Amcham, cómo incide la macro en la cultura micro de la sustentabilidad?
Florencia Salvi (Amcham): Hay una incidencia que se dio coyunturalmente en 2001, hubo una comunicación muy fuerte y las empresas salieron a responder a esto que estaban contando todos, hay una relación con la comunidad de volver o trabajar juntos en el momento de la crisis, creo que eso fue muy puntual y a partir de ahí la responsabilidad social y hoy la sustentabilidad se instalaron en las compañías, vinieron para quedarse. Y si bien la coyuntura en algunos momentos va tiñendo los tiempos de distintos tipos de articulaciones, creo que ya está. Antes vos escuchabas en los distintos espacios y reuniones con referentes de rse, esto es una moda, no es una moda. Ese debate ya está. Esto es algo que se quedó y hoy se trabaja más o se reflexiona, se construye en relación a cómo hacemos para integrarlo verdaderamente al negocio, trabajarlo con todas las áreas, que haya relación de las diferentes áreas a nivel interno, como eso es difícil y supone a los lideres que trabajan esto, en el interior de las compañías un súper desafío.
Sin embargo, para algunos especialistas la RSE está en un período de amesetamiento…
Alejandro Díaz (Amcham): No hay dudas y voy a explicar por qué se encuentra hoy en ese estadío. Uno de los factores es el desarrollo económico, que cuando encontrás un entorno, en general, de crecimiento sostenido en lo económico, te da lugar y apalancamiento para los otros dos pilares que son lo social y lo medioambiental. Hay sectores y empresas donde está complicado ese proceso, con lo cual el redireccionamiento de recursos para ser mucho más agresivo es un limitante. Por eso creo que uno de los factores de la meseta es la limitación económica para apalancar los dos grandes pilares de lo social y lo económico. El segundo me parece que es un tema ya más de tipología de actores. El sector empresarial argentino a diferencia, por ejemplo de Brasil, está muy concentrado en empresas multinacionales y por ende la tipología del actor es el ejecutivo, no el empresario. Entonces cuando vas al empresario argentino te encontrás, excepciones contadas como Arcor o Sancor pero no son la mayoría.
Giolito: Yo creo que la orientación a la estrategia de largo plazo que de alguna manera es una gestión orientada a la sustentabilidad es lo que te permite luchar en ámbitos o de extrema incertidumbre o de complicaciones en el desarrollo económico. Y esa es nuestra gran lucha interna de negociación en el sector privado. Los recursos son los del planeamiento operativo del negocio que tienen que estar orientados a tomar decisiones de triple desempeño y no de desempeño económico. Entonces en un contexto de incertidumbre, en un contexto de complejos escenarios económicos, la ética en el negocio, la internalización en la cadena de valor, el respeto de las prácticas laborales y el negocio con valor social y la gestión ambiental adecuada es lo que te va a permitir sostenerte en el tiempo y los recursos tienen que ser los recursos de planeamiento operativo.
Videla: Es una tendencia muy argentina siempre querer ir por la innovación y por nuevos temas, y, así, no nos detenemos a pensar si hemos profundizado todo lo que corresponde en los temas de agenda. Pero en algunas cuestiones, como los reportes integrados, estamos evolucionando. Pero eso no quita que tengamos que analizar el estado de los reportes hoy y tener eso como un norte y con mucho más para profundizar acerca de los procesos de reporte. Hay otros temas que no se profundizaron del todo porque son de más reciente llegada o aterrizaje, como los derechos humanos en la sustentabilidad, los derechos humanos en la cadena de valores; es decir, muchos temas que empezamos a abordar. Incluso en cadena de valor todavía sabemos que falta mucho por hacer. Tenemos que meditar cuánto nos falta aun en los que estamos.
¿La meseta se da por una cuestión de fondo o de formas?
Casasco: Yo no creo que estemos en una meseta, lo que sí creo es que hay un gran trabajo para seguir convenciendo a las 2 mil personas que trabajan con nosotros porque los accionistas hace tiempo están convencidos de la importancia de la RSE. Creo que lo sustentable también implica un cambio cultural, que no sólo es el gran anuncio de la gran inversión o que certificamos algo para obtener bonos de carbono o que hicimos el gran desarrollo social de la comunidad. También pasa por la manera de pensar de cualquier ingeniero, cualquier técnico, cualquier operario que hace un proceso en una empresa industrial, desde el diseño de una pequeña oficina mirando cómo va a ser la iluminación hasta las posibilidades de reducir el consumo.
Videla: Son dos temas distintos. La foto de la meseta es del estado del arte de la sustentabilidad argentina que no hace a la situación particular de cada compañía. Como común denominador.
Echagüe: El tema de la cadena de valores, creo que estamos todos hace tres años hablando de cadena de valor y seguimos sin resolverlo. Hablamos en el comité y seguimos hablando de lo mismo. Coincido en que estamos en la meseta de decir bueno, que sigue a esto. O como realmente efectivizamos este desafío de la cadena de valor en un negocio que es muy vasto, porque nosotros hablamos de proveedores, pero no hablamos de clientes. Y nuestros clientes en un negocio como puede ser el químico, plásticos o agroquímicos son totalmente distintos. El perfil y las necesidades. Entonces incorporar a esa cadena a los clientes, por ejemplo, a nuestros programas es un desafío.
Salvi: Para nosotros fue muy difícil siempre traccionar a las pymes pero a partir de la incorporación de iniciativa sustentable en productos, en procesos y en servicios, vimos que fue una gran sorpresa. Ya hay compañías que son sustentables desde la médula, que surgieron porque el creador de esa pequeña empresa está convencido y dice quiero además que mi producto contribuya a la sustentabilidad. Y eso es algo para celebrar.
Di Biase: Creo que estamos en un punto de inflexión donde ojalá nos sirva para dar el gran salto. Estoy viendo que sumamos a los proveedores en estos últimos reportes por ejemplo, aunque nuestra prioridad como grupo de interés son los empleados, obviamente por una cuestión lógica. Otra cuestión es el tema de los valores de la responsabilidad social empresaria, tal vez cuando más se nota es en tiempos de crisis. En la bonanza económica está todo bien, pero ahí es donde más se debe notar justamente los valores de la RSE. Los grandes modelos se ven en situaciones críticas que ojalá nunca vengan, pero si llegan a venir, ahí se tiene que mostrar justamente el tema de los valores.
¿Hoy el tema del balance social ya es un commodity dentro de las compañías o es algo que todavía queda mucho por crecer?
Constanza Gorleri (Banco Galicia): Creo que ya llegamos a un nivel de maduración en que es debido hacer una integración con la memoria financiera. Primero por el avance y la evolución que han tenido los temas. Segundo por la identidad, el manejo articulado con esta triple gestión que ya hace que no se justifiquen ni siquiera los volúmenes simultáneos. Pero creo que hay distintos estadíos. Yo por un lado me sorprendo, por otro lado está bueno que suceda, que siempre hay alguien en la mesa, no en esta mesa, pero en una mesa cuando se habla de estos temas que está empezando, entonces está bueno que empiece y me parece que hay un camino por recorrer, pero por otro lado, me parece que las que ya están mucho más consolidadas le es debido mostrar y marcar lo que debiera ser ya no como una tendencia sino algo instalado.
Díaz: El tema del balance social demuestra que aun estamos en una meseta. En el problema del estado del arte del rse o de la sustentabilidad, los que están pensando en el siglo 21 la rse hablan de reporte integrado, con lo cual no se discute más ni el balance social por un lado ni la memoria financiera por otro. Hoy tiene que haber indicadores de medición, así como el EBITDA o el retorno de la inversión está asociado a nivel de consumo eléctrico o a nivel de eficiencia de los medios de energía. Y eso deberían estar puestos a un mismo nivel en un solo reporte en el cual arranca con tu memoria y termina con los indicadores del mayor nivel de detalle. Y esto es un tema de evolución, hoy cuántas empresas pueden tener un balance social, 40, 50, 100.
Fuente: Apertura