En la actualidad, sólo 45 de cada 100 trabajadores de América Latina y el Caribe aportan a un plan de retiro, y este porcentaje apenas ha cambiado en las últimas décadas. Además de ser pocos, las contribuciones de estos trabajadores suelen ser demasiado irregulares para financiar unas prestaciones adecuadas. Para 2050, entre 63 y 83 millones de personas podrían no recibir una pensión adecuada en ausencia de reformas y de esfuerzos por aumentar el empleo en el sector formal, incluyendo el acceso a educación de calidad. Esta es una de las conclusiones del informe “Panorama de las Pensiones: América Latina y el Caribe”, elaborado por el BID, la Organización para y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial. El estudio ofrece indicadores comparativos de los modelos de pensiones de los 26 países de la región. El envejecimiento de la población amenaza con incrementar el gasto de las pensiones en América Latina y el Caribe. Al mismo tiempo, el elevado número de trabajadores en el sector informal que no hacen aportes para su pensión complicará la financiación de esos costos.
Peligran las pensiones de 80 millones de latinoamericanos
El envejecimiento de la población amenaza y el elevado número de trabajadores en el sector informal que no hacen aportes complican la financiación de esos costos