El café de comercio justo… ¿qué tan justo?

Tres investigadores elaboran un análisis publicado por la American Economic Association que disecciona la estructura del comercio justo del café y permite identificar las vulnerabilidades del sistema

El café es un negocio millonario y sigue siendo uno de los productos agrícolas con más valor en el comercio mundial. Para la mayoría de los 23 millones de productores de café, su cultivo supone mucho trabajo y pocos beneficios económicos. En el sector del café de comercio justo tampoco hay verdades absolutas, según Raluca Dragusanu, Daniele Giovannucci, y Nathan Nunn, autores del estudio analítico “La Economía del Comercio Justo”, publicado por la organización American Economic Association.

En el análisis apenas se mencionan las tasas impuestas a los productores del café de comercio justo y la organización que verifica y certifica los productos de comercio justo.

Para las cooperativas de productores pobres, la cuota inicial de la aplicación es de US$ 561, y los honorarios para la primera inspección varían de US$ 1.528 a US$ 3.708 dependiendo del tamaño de la cooperativa. Mientras que las certificaciones son buenas por tres años, las tasas anuales van desde US$ 1.250 a US$ 2.960 e incluyen la vigilancia provisional de las prácticas de los productores.

Fairtrade International exige a los agricultores en los países de bajos ingresos pagar miles de dólares con el fin de participar en una red para ofrecer un alivio a la pobreza de algunos productores, así como la protección de los compradores de café, supuestamente despiadados, llamados coyotes. La existencia de estos enormes costos a los productores arroja algunas dudas sobre las conclusiones.

Como reconocen los autores, sólo una pequeña fracción del café cultivado por productores de comercio justo es capaz de venderlo como café de comercio justo, pero también debe quedar claro que unirse a la red de comercio justo no garantiza la compra.

Los recién llegados a la producción de café de comercio justo son los menos propensos a beneficiarse porque no pueden competir en igualdad de condiciones con las cooperativas establecidas en un mercado ya saturado.

Los productores de café en el Perú son los mejores posicionados para beneficiarse del comercio justo. Pero en el período 2009-2010, Perú tenía un PIB per cápita de alrededor de US $ 4.500 (en dólares corrientes, datos del Banco Mundial), mientras que Tanzania, otro gran productor, tenía un PIB per cápita de poco más de $ 500.

El comercio justo tiene alguna literatura que sugiere que los beneficios del comercio justo del café se acumulan principalmente a los de la cadena de suministro que ya están acomodados para los estándares mundiales.

Los autores afirman que aunque el comercio justo no es muy eficaz, no obstante, constituye una mejora con respecto a los esfuerzos de ayuda directa, sujeta por lo general a un mal uso por parte de dictadores y burócratas corruptos.

Los consumidores no deben perder su dinero comprando café caro que enriquece principalmente a importadores, tostadores, minoristas y burócratas en el comercio justo corto.

Fuente: Artículo publicado originalmente en Food News Latam | versión IQLatino

Imagen: nonada.es