Maíz nativo es desplazado por el modificado en México

Los cultivos de transgénicos que ha evaluado el Gobierno son equivalentes al convencional por lo que no se exige un etiquetado diferencial y el consumidor ignora el origen del producto

El maíz transgénico ya está en la mesa de los mexicanos aunque muchos, millones ignoran que lo consumen por la laxitud en la exigencia del etiquetado. Según el gobierno mexicano, los cultivos que se han evaluado son equivalentes al convencional por lo que no se exige una etiqueta que indique si es maíz nativo o transgénico. Desde 1996 el gobierno mexicano ha autorizado 135 eventos genéticamente modifi­cados. Ello ha derivo en un cambio de preferencia. Los productores prefieren la semilla mejorada, de alguna de las cinco transnaciona­les que se disputan un mercado que en México factura 1.200 millones de dólares cada año. El híbrido también tiene una capa química para competir contra plagas y malezas. El país es autosuficiente en maíz blanco (para consumo como grano), pero deficitario de amarillo (utilizado como forraje y en alimentos procesados). Se importan 10 millones de toneladas al año, un tercio de las necesidades totales, para una factura por 2.590 millones de dólares. Sólo en el estado de Guerrero se aumentó la producción, con maíz nativo, mejorados e híbridos, de un millón de toneladas en 2012 a millón y medio en 2013, y dos millones en 2014.

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