La imagen de carritos de comida o puestos ambulantes en cualquier calle de Nueva York o gran ciudad latinoamericana es bastante común. Aparecen en series de televisión, fotografías, afiches, diarios o películas. La mayoría funciona con bombonas de gas o diesel para operar sus cocinas. Pero un proyecto de una ONU propone cambiar la fuente de electricidad de los food carts por energía solar, baterías recargables y combustibles alternativos.
El uso de energías limpias evita los peligros de tener un depósito combustible y al mismo tiempo es una contribución para reducir las emisiones de dióxido de carbono en zonas urbanas altamente pobladas.
El diseño de los nuevos carritos de comida es obra de la empresa Move Systems. Estos guardan la luz solar que llega al techo en una batería de litio. Para cuando esta energía no sea suficiente, se agregó un generador de gas natural. Además, el área de cocina cuenta con un refrigerador, un espacio para preparar y un lavabo, por lo que aumenta el nivel de salubridad.
Otra novedad es que pueden usar la basura que producen como biocombustible. Para impulsar a todos los carritos de comida de Nueva York, por ejemplo, se necesitarían unos cien mil kilos de desechos, mientras que la ciudad produce 2 millones de toneladas anuales.
Fuente: Artículo originalmente publicado en Expok News | versión IQ Latino
Imagen: www.washingtonian.com