Innovar es, a veces, tomar un producto tradicional para reinterpretarlo y darle un nuevo valor. Eso fue lo que hizo José Marcel Sánchez, un microbiólogo nicaragüense que está triunfando en su país con la cerveza artesanal Moropotente, que ha tenido la mejor acogida de los consumidores por su alta calidad.
Antes se incursionar en el terreno de las bebidas, Sánchez trabajó en el desarrollo de una primera prueba rápida para diagnosticar la Leptospirosis, enfermedad que se transmite de animales a humanos y que constituye un problema de salud pública. Falló 267 veces antes de lograr el objetivo deseado.
Y le ocurrió lo mismo con la cerveza artesanal. Por error, colocó el doble de malta a la bebida y el resultado fue más negro de lo esperado pero también una sorpresa al paladar de los nicaragüenses.
La idea de producir una bebida artesanal con más cuerpo y mejor sabor que la producida por la compañía que domina el mercado nacional la compartió con su cuñado Eduardo Mendieta cuando le confió: “soy microbiólogo y creo que puedo hacer una buena”.
Para producir la Moropotente tuvieron que desarrollar su propio sistema de germinación y control de temperatura, un sistema de carbonatación para la cerveza, otro de propagación y control de levadura y un concepto de comercialización propio.
La solicitada cerveza artesanal ahora es requerida en 30 restaurantes de la costa Pacífico de Nicaragua. Sólo se sirve en sifón y cuenta con dos presentaciones: la Scotch, aquella que nació por error, y la Pilsner.
Con su producto novedoso en el mercado nicaragüense, Sánchez ganó el Premio Nacional de Innovación 2013, un reconocimiento otorgado por el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología.
Fuente: Artículo publicado originalmente en Confidencial | versión IQ Latino
Imagen: facebook moropotente