El pasado martes 17 de noviembre la Universidad Central de Venezuela y el Centro Cultural BOD llevaron a cabo el seminario Gestión cultural y economía creativa, con la idea de propiciar la discusión y reflexión en torno a la producción cultural y creativa de Venezuela y con miras a articular el interés en el potencial desarrollo socio-económico de las industrias creativas y culturales desde la gestión cultural. El encuentro, organizado por el Centro Cultural B.O.D., la Oficina Cultural de la Embajada de España en Venezuela y la Maestría en Gestión y Políticas Culturales del ININCO de la UCV, inició con la conferencia magistral a cargo del profesor Fernando Vicario, gestor cultural especializado en cooperación iberoamericana.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Vicario para IQLatino. Con la cercanía que le da el haber vivido en Ecuador, Venezuela y Colombia, este último país en el que reside y donde tiene una de sus sedes Consultores Culturales, empresa con operación en red en 5 países de iberoamérica para asesorar iniciativas culturales en la región. Para el grupo multidisciplinario “La cultura es una herramienta para disfrutar más de la vida. No queremos pedirle milagros, ni queremos creer que por si sola puede cambiar el mundo. No somos partidarios de discursos grandilocuentes. Sabemos que la cultura es una pieza más de un puzzle complejo. Es la pieza que nosotros conocemos, y somos conscientes de que sin trabajar en conjunto con las otras piezas nunca se podrán obtener transformaciones duraderas, eficaces, con la capacidad de construir espacios más disfrutables por todos. La creación, la innovación y el disfrute de la diversidad son los aportes más importantes de la vida cultural para las sociedades que quieren empezar la nueva época con otros ojos”. Con esta definición, y con las ideas frescas luego de un día de debate entre estudiantes, universitarios, maestros y emprendedores, Vicario aborda con pasión el tema de la economía creativa:
IQ: ¿Qué es y porqué es importante hablar de la economía creativa en Latinoamérica?
Fernando Vicario : El concepto de economía creativa lo desarrolla desde el BID entre otras personas el tándem formado por Iván Duque y Felipe Buitrago. Ellos abrieron una línea nueva de trabajo influenciada por el modelo de construcción de economía a partir del conocimiento. Y empiezan a sumar cifras que se puede conseguir en la página de la Economía Naranja que son impresionantes. Si fuera una economía estatal, sería el cuarto país del mundo. Pero lo que llaman economía creativa abarca desde diseño, software, hardware, hasta el trazado de urbanismo, la arquitectura, lo que al final es mucho. Y siento que no se ha trabajado una economía que apoye los procesos culturales incipientes, porque más del 80% de la minipymes y pymes no dura más de 3 años y no hay una estructura laboral que ayude a generar nuevos puestos de trabajo y a formar profesionales en estos puestos en América Latina.
En el caso de Venezuela tengo que decir que salgo muy emocionado del seminario porque vi cosas muy buenas, aunque sigo teniendo el mismo problema: si quiero crear, hacer fotos, pinturas, libros; ¿por qué tengo que ser también el jefe de marketing y el administrador? Joseph Schumpeter dijo que todas las empresas necesitan un innovador y un emprendedor no se puede producir lo mismo siempre ya que cansaríamos al consumidor, es la figura del innovador la que transforma y modifica pero el emprendedor es quien luego ha de ver cómo colocar la innovación, como venderla. En América Latina, por esa economía del ahorro que tenemos, hemos querido meter las dos figuras en una sola, que no es el deber ser. Los de cultura no hemos sabido generar un proceso industrial y empresarial como en las culturas sajonas para diseñar modelos de negocio con socios y aliados. Por ejemplo, un banquero, un economista, pueden ayudar a desarrollar ese modelo y comercializarlo junto a los innovadores. Estamos trabajando ahora, con Ecuador, Brasil y Colombia, una incubadora para decirle a artistas y creadores que podemos encargarnos, a través del diseño de planes de comercialización, de vender sus productos con agentes de comercialización que digan que lo que están produciendo se puede vender o no, pero con argumentos y estudios de mercado y comercialización. Vamos a abrir cuatro vías de trabajo: una en el sector artesanal, otra en el sector turismo cultural, otro en el sector de las tecnologías y una cuarta de comercialización y venta. Y estas primeras tres se ocuparán de crear mientras que la última de la comercialización. Es lo que sucede en Silicon Valley. Ese es el modelo que queremos potenciar.
IQ: ¿Cómo es el perfil de esa contraparte, del innovador, qué profesión tiene?
Fernando Vicario : Creo que se habla mucho de economía creativa pero no se estudia la economía creativa. Se habla de lo que produce pero no se dice cómo se produce ni cómo se rentabiliza. No hay una sola escuela de economía que enseñe a trabajar la rentabilidad de este producto que se construye con el conocimiento y la creatividad como materia prima. Se sigue estudiando la economía del siglo XIX. Si lees a Frederic Martel, el autor del libro Cultura Mainstream, te das cuenta de que ese saber no ha pasado a la Academia. Entonces tendríamos que construir el perfil y formarlo, que no es el del gestor cultural, que entiende de procesos y transformaciones culturales. Es quien tiene que dinamizar que exista una economía de la cultura con economistas de la cultura e innovadores y quien genere el encuentro para el proceso de transformación.
IQ: ¿Dónde ha visto usted que exista o funcione ese modelo?
Fernando Vicario : En Edinburgo, Escocia, con el Festival de Teatro, algo que hay que conocer alguna vez en la vida. Se comenzó a trabajar en Matadero Madrid; en el mismo Silicon Valley. Y funciona porque creación y comercialización mantienen sus campos de trabajo independientes y coherentes con lo que están haciendo que nosotros no hacemos porque no sabemos o no tenemos el dinero suficiente para hacer equipos. Creo que uno de los defectos grandes que tenemos los latinoamericanos es que no sabemos trabajar en red.
IQ: Usted insiste en que debemos culturizar la economía, no economizar la cultura
Fernando Vicario : Quiero decir que hay que tomar en cuenta más componentes, como pensar para quiénes creamos. Deberíamos aplicar el neuromarketing a la cultura para saber qué pasa cuando alguien se acerca a la lectura, al arte, para saber los cambios que queremos y los que no queremos. Hablamos de innovación pero ésta tiene que ser progresiva y no invasiva. Eso es culturizar la economía: respetar los valores, las percepciones, los momentos; la economía es invasiva y no respeta nada, mientras que la cultura no debería ser tan invasiva, sino respetar tus emociones y sensaciones.
IQ: Usted habla de la necesidades de tener capitales armónicos ¿Cómo y para qué se logra ese balance?
Fernando Vicario : Creo que los cinco capitales esenciales son el humano, el social, el institucional, el cultural y el creativo. Ellos dependen el uno del otro y, cuando funcionan bien, generan un capital económico. Todos se deben desarrollar en conjunto y de manera armónica. El capital humano debe hablar con el resto de los que construyen sociedad y armonía. Y el cultural es el contexto. Debe haber una cohesión de la vida cultural en sociedad. Y todo debe entrar en armonía y fluir para que no se rompan. ¿Por qué la gente no va a los museos? porque los mismos no han cambiado desde que nacieron con la revolución francesa el 11 de septiembre, el mismo día que se inventa el concepto de izquierdas y derechas y se decide abrir la entrada de un palacio para que la gente vaya a ver los tesoros de la corona. Y es lo mismo que funciona desde entonces.
IQ: ¿Cree entonces que desde la cultura debemos fomentar la docencia para formar públicos?
Fernando Vicario : Sí, pero eso no es pasar una película de Goddard en la Cinemateca. Debemos formar públicos en las escuelas para que puedan entender los distintos lenguajes. Nadie enseña a ver pantallas o a entender la plástica, que es con lo que se relaciona la gente hoy. Hay que ver cine latino desde la infancia, como se hace con la literatura; lo mismo en artes plásticas y con la música. Si lo hiciéramos tendríamos mas públicos preparados para entender distintos lenguajes.
IQ: ¿Qué acciones puntuales cree que faltan para ese paso de conexión latinoamericana
Fernando Vicario : Europa cuenta con unas redes de ciudades creativas fantásticas. San Sebastián 2016 pone a circular artistas, conocimientos; por otra parte, la red de deportistas del Super Bowl estadounidense moviliza a los futbolistas, que salen al mercado y se subastan y trabajan de manera horizontal, en red y no piramidal. También el Festival de la Imagen en Caldas, Colombia, donde entran todas las experiencias que tienen que ver con tecnología en cultura. Pienso que tenemos que trabajar en redes profesionales y sociales. No hemos creado las redes sociales de literatos, de artistas; hemos llevado lo analógico a lo digital en vez de hacer una red de nodos y seguimos trazando modos de controlar el poder y el espacio territorial de forma piramidal y no estructurada en los nuevos modos digitales que son las nuevas articulaciones sociales, los nodos.
IQ: Tendría que ser un gran plan innovador, creativo y económico que genere políticas culturales
Fernando Vicario : Hacer políticas culturales no es abrir más museos, es pensar cómo enseñar a la gente a que se integre a las transformaciones sociales y a vivir con ellas de manera armónica. Hace falta un gran plan que cuente con la sociedad civil, dejemos que esta se manifieste. América Latina presenta una gran desconexión entre las formas de ejercer el poder cultural y la maneras de vivirlo de la ciudadanía, no salimos de nuestro ensimismamiento político para contar con referentes que nos ayuden a entender que la cosa puede ser de otra manera. Esta desconexión también es al interior de la región. Hay que interactuar y debatir, que es donde se transmite y se asimila el conocimiento, para permitir que el sector de la cultura se desarrolle.
Sara Maneiro – IQLatino.