El programa empezó hace casi un año con 100 casas de barrios de Montevideo y ahora funciona también en Bariloche y Campana, Argentina y, próximamente, en la ciudad de Santiago de Chile. La Corporación Andina de Fomento (CAF) y la organización no gubernamental experta en eficiencia energética, Weatherizers Without Borders para potenciar al máximo el ahorro energético y mantener saludables las casas de los sectores más pobres de esas ciudades.
Se llama Sustentabilizar Hogares y consiste en formar a auditores de energía, personas que estén desempleadas o subempleadas —escribió en El País Ana Mercedes Botero, directora de Innovación Social de la CAF–, que, una vez entrenados, identifican en esas viviendas los puntos de pérdida de energía, así como fallas que puedan afectar la salud y la seguridad de sus habitantes: humedades, hongos, fugas de gas, fugas de dióxido de carbono, plomo en la pintura.
Hacen entonces reformas para arreglar los desperfectos, “pequeñas obras de mejora económicas y costo-eficientes, que generan altos retornos en ahorro de energía, ahorro en el presupuesto familiar, salud, seguridad y calidad de vida (aislamiento de techos, reparación de goteras o arreglos del cableado eléctrico, entre otros)”, añade Botero.
El programa está inspirado en el Weatherization Assistance Program del Departamento de Energía de Estados Unidos. Una reseña del sitio web de la CAF afirma que por cada dólar invertido en este programa en ese país, el Estado ahorra cuatro “por reducción de subsidios energéticos y atención en salud”.
“El impacto multidimensional del proyecto es amplio y se traduce, entre otros, en un ahorro en el presupuesto familiar, mejoras en salud, seguridad y confort, generación de empleo productivo en la comunidad y el desarrollo potencial de una industria de construcción verde”, dice la nota de la CAF.
Según Weatherizers Without Borders, el programa en Montevideo ha tenido una “exitosa implementación” de su proyecto piloto, con lo cual tienen la intención de hacerlo crecer hasta beneficiar “a miles de hogares en Uruguay”. El programa en Bariloche, Argentina, auditó una muestra de 100 casas, de lo cual obtuvieron data suficiente para expandirlo a intevenir en 1000 casas al año en esa ciudad. “El impacto de los acondicionamientos [de las casas] fue efectivo de inmediato”.
Un programa más reciente en la pequeña ciudad de Campana, a 70 kilómetros de Buenos Aires, parte de La Pampa argentina, se aplicó en zonas donde hay muchas casas autoconstruidas, hechas con materiales reutilizados; pocas hechas por profesionales. En el barrio de La Josefa, con un acceso muy pobre a los servicios públicos. Allí hicieron una auditoría energética en 150 casas y en la actualidad están reacondicionando 100.
Ana Mercedes Botero afirma que el ahorro energético que estas reformas van a permitir tendrá, a la larga, repercusión en el pago de las facturas de los servicios. “Los ahorros también podrán destinarse a otros gastos —con la orientación de los profesionales del programa—, como la educación de los hijos o la inversión en emprendimientos”.
Imagen Weatherizers Without Borders