Una de las piezas publicitarias más poderosas en la presente campaña por la gobernación de Virginia se convirtió también en una ácida denuncia del racismo que, en forma cada vez más evidente, opera en la política de Estados Unidos.
El video comienza con varias escenas de niños caminando a su casa desde la escuela o jugando en la calle. Hasta allí el tono es pacífico y se hace evidente que se trata de niños pertenecientes a minorías o de inmigrantes. La atmósfera se vuelve oscura y tensa cuando aparece una camioneta pickup negra con una bandera confederada, una placa del Tea Party, y calcomanías de Ed Gillespie, el candidato republicano a la gobernación. En escenas consecutivas, el vehículo comienza a perseguir a los niños en forma amenazante.
Después de segundos de suspenso, uno de los niños perseguidos despierta en su cama de una pesadilla. La pieza cierra con imágenes de supremacistas blancos con antorchas en sus manos en un acto de defensa de los monumentos a héroes de la Confederación (Gillespie apoya mantener los monumentos). Así concluye con lo que finalmente trata de establecerse: Gillespie, con Donald Trump en la Casa Blanca, lo que promete es una pesadilla para las minorías.
El Latino Victory Fund se atribuyó la autoría. Como era de esperarse la campaña de Gillespie reaccionó criticando la publicidad y atacando a Latino Victory. El portal Breibart, al referirse a la publicidad, trató de descalificar a la organización: “Este es el trabajo de un grupo – el Latino Victory Fund – entre cuyos miembros directivos se cuentan antiguos activistas de Hillary Clinton, recaudadores de fondos y funcionarios del Comité Nacional Demócrata. Es un grupo cuyo propio ‘Comité Nacional’ incluye a los ex candidatos de Wall Street, empleados de la Casa Blanca de Obama, millonarios de Silicon Valley e incluso celebridades de Hollywood. Un perfecto microcosmos de la izquierda política”.
Por su parte, Gillespie descargó su indignación en Fox & Friends denunciando la vulgaridad de una pieza de propaganda que explota el miedo racial. Una ironía de parte de un candidato que ha centrado su campaña en un tipo de publicidad que abusa de estereotipos raciales de los latinos. Acaso el candidato a gobernador republicano olvida que ha hecho piezas en las que coloca la imagen de su oponente, Ralph Northam, junto a fotografías de latinos tatuados y de apariencia amenazante con las palabras “mata, viola, controla”.
En verdad, un tema nada sutil de la campaña de Gillespie es que, si los habitantes de Virginia votan por el vicegobernador Northam, están haciendo una invitación para que personas de color los maten.
En la organización promotora de los derechos políticos y civiles de los hispanos sabían que su pieza sería controversial. “Le pusimos un espejo al frente al Partido Republicano y no les gustó lo que vieron”.
No obstante, quizás conscientes de la sensibilidadel causada por el reciente ataque terrorista en Nueva York, Latino Victory retiró del aire la pieza. En su lugar puso otras que subrayan la importancia de votar por candidatos que no sean hostiles hacia las minorías y que de hecho las incorporan en sus plataformas. Sin duda la acción de fanáticos, alimentados por liderazgos irresponsables, ha exacerbado el temor a ser atropellados.