El referéndum de Puerto Rico en 1998 y el estatus político-territorial de la Isla

Un día como hoy el 13 de Diciembre de 1998, se celebró el tercer referéndum o consulta popular relativo al estatus poltico-territorial de Puerto Rico, que se mantiene desde la guerra entre EEUU con España de 1898, como un territorio no incorporado bajo la modalidad del Estado Libre Asociado; en condiciones que constituyen sin duda una forma de neocolonialismo.

En esta ocasión se consultó al pueblo entre cuatro opciones con estos resultados:

Petición Nº 3 (Estatidad): 728.157 (46.5 %)
Petición Nº 4 (Independencia): 39.838 (2.5 %)
Petición Nº 2 (Libre asociación): 4.536 (0.3 %)
Petición Nº 1 (Estado libre asociado soberano o modificado): 993 (0.1 %)
Ninguna de las anteriores: 787.900 (50.3 %)

De esta forma enrevesada quedó ratificado el llamado estatus-quo de Estado Libre Asociado sin soberanía, que sigue siendo tema fundamental para su devenir histórico.

En 1967, el 23 de Julio, se había efectuado una primera consulta popular similar con estos resultados:

Estado Libre Asociado: 425.132 (60,4 %)
Estadidad: 274.312 (39,0 %)
Independencia: 4.248 (0,06 %)

Y no mucho antes de la realizada en 1998, se efectuó otra el 14 de noviembre de 1993, cuyos resultados ya denotaban un crecimiento de la estadidad como opción para los boricuas, y cierto debilitamiento del llamada estatus-quo:

Estado Libre Asociado: 826.326 (48,6 %)
Estadidad: 788.296 (46,3 %)
Independencia: 75.620 (4,4 %)

El 6 de noviembre de 2012, se realizó un nuevo referéndum, esta vez con dos preguntas y los siguientes resultados:

Pregunta 1: ¿Estas de acuerdo con mantener la condición política territorial actual?

SI: 828,077 (46.03%)
NO: 970,910 (53.97%)

Pregunta 2: ¿Qué opciones de estatus favoreces?

ESTADIDAD: 834,191 (61.16%)
ESTADO LIBRE ASOCIADO SOBERANO: 454,768 (33.34%)
INDEPENDENCIA: 74,895 (5.49%)

La celebración de todos estos referenda confirma que con los años en el pueblo puertorriqueño ha crecido el deseo de incorporarse como estado de los EEUU, pero el problema radica en esto depende de su admisión a la unión federal de los EEUU; una decisión que corresponde al Congreso por medio de resolución aprobada por la mayoría de ambas Cámaras, lo cual hasta la fecha nunca ha sido elevado a la consideración del poder legislativo estadounidense.

En un intento por lograrlo, el Congreso de los EEUU en el 2017 autorizó y otorgó los recursos para la realización de una nueva consulta o plesbicito, la cual se celebró el 11 de Junio de 2017. Con una impresionante abstención (solo voto el 23% de los ciudadanos residentes en la Isla), se impuso la estadidad con un 97.18%, frente a las opciones del estatus-quo (1.32) y la independencia (1.50%). Pero más allá de la crisis de representatividad del resultado la cuestión clave es si el asunto será elevado a consideración de ambas Cámaras.

Entre tanto, Puerto Rico sigue bajo el estatus-quo, de territorio no incorporado bajo la Constitución y leyes de EEUU, y Estado Libre Asociado, pero con soberania limitada bajo la constitución de Puerto Rico. Bajo este estatus el gobierno maneja de manera autónoma sus asuntos internos, pero no puede mantener una política exterior y está sujeto a las leyes federales de EEUU, en cuya formación no interviene. Los Puertorriqueños en este trato tienen garantizada la ciudadanía estadounidense pero no pueden elegir al Presidente de los EEUU, salvo que residan en un estado de la unión, y tampoco tienen representación en el Congreso. Existe un “Comisionado Residente” con voz pero sin voto en el Congreso de los EEUU electo cada 4 años por los puertorriqueños.

Desde el cierre de la base naval de Roosevelt Roads en la Isla, la economía local se ha visto afectada, lo cual ha tenido (en medio de un concurso de causas) un creciente impacto negativo en lo fiscal y financiero. Para evitar el “default” del endeudamiento de Puerto Rico el Congreso de los EEUU aprobó un paquete legislativo financiero bajo la denominada ley PROMESA del 2016 (Puerto Rico Oversight, Management, and Economic Stability Act). Según dicha Ley el manejo de las finanzas de la Isla ha quedado subordinado a una Junta Interventora cuyos miembros fueron designados por las autoridades federales de los EEUU, lo cual ha venido a reiterar el carácter neocolonial del régimen impuesto a Puerto Rico desde 1898.

El trato prejuicioso a Puerto Rico y sus ciudadanos fue exponenciado con la respuesta limitada y discriminatoria de la administración Trump frente a la tragedia de los huracanes Irma y María que sacudieron y devastaron en seguidilla a las Isla, apenas un par de meses después del plesbicito del 2017.

La solución del estatus quo que en el referéndum de 1967 tuvo tanto apoyo es de la autoría intelectual y política de José Luis Muñoz Marín, boricua nacido en Barranquitas, 18 de febrero de 1898, y fallecido en San Juan el 30 de abril de 1980.

El Gobernador José Luis Muñoz Marín con el Presidente Kennedy.

Muñoz Marín fue un escritor, senador y primer gobernador de Puerto Rico, electo democráticamente por los residentes de dicha isla en 1948, y el fundador del Partido Popular Democrático de Puerto Rico (el PPD). Trabajó junto al gobierno de los Estados Unidos para conseguir una Constitución para Puerto Rico que creara condiciones favorables para alcanzar progreso tanto económico como político. Muñoz Marín, quien casualmente nació el mismo año de la guerra entre España y los EEUU, ejerció el cargo de gobernador por 16 años y sus logros lo hicieron merecedor de la Medalla de la Libertad y del título de «Padre del Puerto Rico Moderno». Hasta hoy el PPD ha sido defensor del estatus-quo, pero m también incluye a importantes y descollantes figuras políticas como la Alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz que sostienen la llamada tesis soberanista. Los proponentes de esta tesis convocan a un ejercicio de soberanía para modificar el estatus-quo y luchar por establecer un Estado Libre Asociado Soberano. Otros en el PPD piensan que se puede otorgar mas competencias y autonomía al gobierno de la Isla por la vía de reformas legislativas en los EEUU, mejorando el estatus-quo de forma pragmática.

Existe también el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), con representación en el Senado de Puerto Rico, como expresión de un sentimiento minoritario independentista.

Se podría decir que los boricuas en general otorgan mucho valor e importancia a su ciudadanía estadounidense, pero claman por un régimen político-territorial que los respete como pueblo y reivindique su identidad hispana; abriendo caminos al progreso social y económico de la Isla.

También es importante destacar el éxodo de los Puertorriqueños a territorio continental de los EEUU. Hoy día casi 6 millones de puertorriqueños viven en territorio continental de los EEUU y 3.3 millones residen en la Isla del Encanto. En Nueva York y Orlando se concentra la mayor parte de la población boricua en EEUU.