El Senado mexicano estudia aprobar una reforma que castigue las terapias que “curan” la homosexualidad

El senado mexicano está por aprobar una iniciativa que prohíbe y castiga con cárcel las terapias de conversión de la homosexualidad. Existen: las organizaciones civiles de protección de los derechos de la comunidad LGBTQ las han identificado como Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG) y su práctica incluye, además del clásico rechazo familiar, “privación de la libertad, tortura, violaciones correctivas, terapias de conversión, medicalización de los cuerpos y violencia económica”, para quienes deciden vivir abiertamente su identidad de género, según la asociación civil YAAJ.

En octubre de 2018, las senadoras Citlalli Hernández Mora, del Movimiento de Regeneración Nacional, Alejandra Lagunes, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y Patricia Mercado Castro, de Movimiento Ciudadano, propusieron esta iniciativa como una reforma del Código Penal Federal y la Ley General de Salud, que prevea hasta tres años de cárcel para estas prácticas.

La Organización de Naciones Unidas, recuerda ADN político y lo confirman varios medios, ha calificado las prácticas para “curar” la homosexualidad como “carentes de ética, sin bases científicas e ineficaces”, y resaltó que incluyen la tortura.

Sin embargo, sí, existen en México y de forma organizada. Hay psicoterapeutas que se arrogan la facultad de hacer posible “el desarrollo de la heterosexualidad”, como apunta Milenio.

En su dossier sobre el tema, la organización YAAJ recoge la historia de Luis, a sus 16 años: “Lo recluyeron en una especie de quinta de rehabilitación y lo sometieron a un fuerte proceso de despersonalización. No se referían a él por su nombre, sólo podía hablar cuando se le indicara. El alimento estaba condicionado a que no mirara al resto de los adolescentes que estaban en el campamento, ni podía hablarles sin la supervisión de los adultos encargados. Las pláticas respecto a lo peligroso, desviado y corrupto de los deseos homosexuales se repetían tres o cuatro veces al día. La referencia a la condenación de su alma era constante. Conforme pasaron los días Luis descubrió que si “mostraba avances en su curación”, hablando de los traumas que habían desatados sus deseos homo-sexuales, mostrando abierta disposición a sanar y rezando piadosamente para alcanzar su curación, recibiría más alimento, podría bañarse sin ser vigilado y recibiría golpecillos de aprobación en la espalda. En cosa de cuatro semanas sus impulsos homosexuales “disminuyeron”, aprendió a comportarse correctamente y si continuaba esforzándose podría al poco tiempo dejar de “tenerle miedo a las mujeres” y estaría listo para iniciar un noviazgo sano y feliz. Actualmente Luis es un joven homosexual que radica en Playa del Carmen.

Un despacho de Notimex citado por Excelsior indica que un equipo técnico está elaborando un predictamen con la iniciativa de las tres senadoras en la Comisión de Justicia del senado mexicano. El presidente de esta comisión hará una propuesta de dictamen para que otros partidos políticos la respalden. Además, se están haciendo revisiones a la iniciativa, dijo la senadora Hernández Mora, “pues una interpretación ambigua podría llevar a la cárcel a los ministros de culto sólo por dar un consejo, o a quienes acompañan a las personas en su proceso de conversión de género”.

Después de su aprobación, la reforma pasaría a la Cámara de Diputados.