Tres innovaciones que nacieron de ideas fracasadas

El post-it, la viagra, el microondas, tres grandes inventos que revolucionaron el mundo y surgieron de una mezcla entre experimentación, casualidad y fracasos

A veces las grandes cosas provienen de fracasos. Luego de buscar afanosamente un gran invento los fallos y la casualidad conducen a otras aplicaciones insospechadas. La historia nos remite algunas innovaciones que partieron de ensayos fallidos.

El post-it, un pegamento inútil. Spencer Silver era un químico estadounidense en plena investigación a la búsqueda de un potente pegamento. Sin embargo, sus experimentos sólo dieron como resultado un producto adhesivo muy fácil de despegar al que no vio ninguna utilidad. Un compañero suyo decidió utilizarlo para separar las páginas de un cantoral de iglesia y entendió su potencial para realizar anotaciones. El producto no sólo encontró un recorrido comercial sino que revolucionó el mundo de la comunicación interna en las empresas y se convirtió en uno de los productos más emblemáticos de 3M. Años después no había una sola oficina en el mundo en cuyas paredes o mamparas no hubiera adherida alguna de las populares notas amarillas.

Una pastilla azul contra la hipertensión. Todo un esforzado trabajo farmacológico estuvo a punto de irse al traste por su escasa relevancia para inhibir los problemas cardiacos que pretendía evitar, hipertensiones y anginas de pecho. Los ensayos con la dichosa pastillita azul resultaron ser poco útiles para esos objetivos… pero extraordinariamente satisfactorios, sin embargo, para otra clase de disfunciones: la erectil. Así nació la Viagra.

– El microondas. El científico Percy Spencer se afanaba en la investigación de los posibles usos del magnetrón, un ingenio ideado en los años 30 para transformar impulsos eléctricos en energía electromagnética, principalmente para su uso como radar, cuando algo extraño llamó su atención. Spencer, que llevaba una chocolatina en el bolsillo, para aligerar el apetito de las largas horas de experimentación, se percató de repente de que ésta se había derretido en su bolsillo. Poco tardó en atacar cabos y vislumbrar el enorme potencial de las ondas electromagnéticas para un uso muy cotidiano: cocinar. Había nacido el popular microondas.

Fuente: La Información

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