Para Leandro López Padros, Mauricio Roldán, Mateo Kawaguchi y Franco Noseda transcurre su cuarto año como emprendedores del catering en Buenos Aires, Argentina.
Tienen 27, 21, 25 y 20 años.
Habían intentado entrar en el mercado laboral de muchas maneras. Los cuatro tienen síndrome de Dow. Estudiaron juntos en la escuela; son amigos desde entonces.
Su profesor, que también se llama Leandro López, los animó a que hicieran equipo para formar un emprendimiento. Ya hacían el taller de cocina en la escuela. Surgió como un catering de pizza –ir a eventos y no solo hacer la pizza, sino servirla—que hoy se llama Los Perejiles.
Cuando comenzaron en julio de 2016, atendieron un evento para 50 personas. Pronto los contratos comenzaron a multiplicarse. Al cabo de seis meses ya sirvieron sus pizzas a cientos de kilómetros de Buenos Aires: en Salta, al noroeste de Argentina; Bariloche, al sur, en la Patagonia; y Pinamar, al este, en la costa marítima. Al cumplirse el primer año ya habían hecho 250 eventos.
“Mi sueño es trabajar de pizzas porque me gusta. Es lo único que me gusta. Me gusta trabajar para que nos contrate mucha gente”, dijo Leandro López Padros a The Guardian.
Así ha sido. Hoy Los Perejiles tiene 25 empleados, la mayoría con síndrome de Down.
Empezaron en la casa de Leandro. En la medida en que la demanda creció, se mudaron a un local más grande. Han atendido cumpleaños, bodas, fiestas corporativas. Tienen en cartera de eventos haber atendido uno de 600 personas.
Se diversificaron: a las pizzas y brusquetas añadieron empanadas, cerveza artesanal y pastelería.
La pizza sigue siendo su plato central. Llevan a los eventos su propio horno. En tres horas preparan las pizzas y las sirven.
“Yo lo veo feliz, feliz. Y con una posibilidad para él que por ahí no tendría. Y, bueno, es una posibilidad concreta”, dice a The Guardian Marcela López, la madre de Leandro López Padros
Uno de los cuatro socios fundadores, Mateo Kawaguchi, creó además su propio proyecto, Amasando Prejuicios. Con el apoyo de Javier Labaké, director de la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce), dan charlas gratuitas en diferentes instituciones sobre la experiencia de Kawaguchi mientras preparan una pizza, escribe Belén Corvalán para Crónica.
En 2017, Mateo Kwaguchi, aupado por Appyce –donde hizo un curso de maestro panadero–, participó en el Mundial de la Pizza en Italia: obtuvo el cuarto lugar en la categoría de pizza al molde (in teglia),, con una pizza con cebolla morada, mozzarella, queso parmigiano reggiano, orégano y oliva. Kawaguchi no fue solo la primera persona con capacidades como la suya en participar en este campeonato, sino que fue el primer argentino en llegar tan alto en la competición, según Perfil. Compitió contra otras 700 personas.
Los socios fundadores de Los Perejiles van también a centros educativos, hablan de lo que hacen y lo muestran con pizzas recién hechas.