En general, España se enorgullece de su sistema de salud. En ese país, los impuestos y la cotización a la seguridad social pagan su sanidad pública, gratuita y universal. La crisis del coronavirus ha mostrado el valor de este sistema y el del personal que está en la primera línea de atención.
España es ahora el segundo país de Europa con más casos de personas infectadas: 4 mil 209 casos, 120 fallecidos, 189 curados. Las cifras se mueven con los minutos; mientras esto se escribe, pueden estar subiendo los diagnósticos positivos.
La comunidad de Madrid reúne más de la mitad y es la más afectada: más de 2 mil casos y 56 fallecidos.
La salud, como la educación, son competencia de cada comunidad autónoma (lo que en América se entendería como estados). La crisis del coronavirus también ha dejado en evidencia el impacto de los recortes a la sanidad pública de los gobiernos conservadores en Madrid de los últimos años y sus medidas para privatizarla.
Un enfermero, Guillén del Barrio, también delegado sindical, que trabaja en el hospital de La Paz, uno de los hospitales de referencia de la capital española, le dice al Isabel Valdés, de El País, que lleva 30 horas sin dormir, y que en 2008 tenían 2 mil 100 camas y 2 mil 200 profesionales más que ahora. El mismo periódico publicó el 9 de febrero de 2020, cuando aún no había llegado el coronavirus, que la Comunidad de Madrid lidera en muchos aspectos la privatización de la salud frente a las otras comunidades autónomas españolas.
En este momento de la emergencia, relata el enfermero del Barrio, están trabajado con escasez de equipos de protección, en salas de emergencia donde prácticamente todos los pacientes tienen coronavirus, algunos en los pasillos. Y sin reposición de personal
Eduardo Fernández, otro enfermero de la Unidad de Vigilancia Intensiva de otro de los grandes hospitales públicos de Madrid, el Reina Sofía, dibuja un cuadro parecido. “Si ese personal no aumenta no se pueden acelerar los ingresos ni las altas”. Al momento del reporte de El País, había en ese hospital seis enfermeros positivos en coronavirus, 38 en investigación, siete otros trabajadores de la salud en su casa, 40 trabajando bajo vigilancia y 55 que habían hecho contacto casual con personas diagnosticadas.
El periodista Raúl Rejón escribe para Eldiario.es que en varios centros de salud de la Comunidad de Madrid ya escasean los espacios para separar a los contagiados del resto de los pacientes y también las mascarillas para el personal sanitario. En una semana, según el artículo, los aislamientos del personal sanitario han crecido a más del doble.
“La entrada acelerada de contagiados derivó en que las médicas y enfermeros tuvieran que asistir a personas con coronavirus en salas junto a todo tipo de pacientes. La escasez de mascarillas provocó que contactaran con ellos sin toda la protección. En el centro de Valdemoro, por ejemplo –uno de los focos principales de contagios [in Madrid]– cuando aumentaron los casos con rapidez, los urgenciólogos [médicos de las salas de emergencia] tuvieron contacto con casos positivos y siguieron trabajando tomándose la temperatura dos veces al día”, escribe Rejón.
Papá también es médico en Madrid, 64 años. Vive con mi hermano pequeño (mamá murió). El otro día me dijo que me llevara a mi hermano y le dejáramos solo. No sé cuándo podremos verle. Ni a mi hermana, que trabaja en un hospital vasco. Qué locura todo. https://t.co/rHNFX9Gb7y
— Aurora Nacarino-Brabo Jiménez 🦕 (@auroranacarino) March 12, 2020
El gobierno de la comunidad autónoma de Madrid anunció el jueves que pondrá a la sanidad privada bajo su mando y además cerrarán barres, restaurantes y terrazas (los centros educativos ya suspendieron las clases en toda España durante dos semanas). Todos quienes tengan síntomas leves se considerarán sospechosos de tener el coronavirus y solo se les hará la prueba cuando haya mejoría, para confirmar que es negativo.
La última semana, la comprensión sobre las medidas de restricción y contención tomadas por las autoridades se ha dirigido a que las personas no se conviertan en una fuente de contagio, proteger así los más vulnerables y no colapsar el sistema sanitario español: #frenarlacurva y #quédateencasa es la campaña.
Fernando Simón, de @sanidadgob, explica por qué es importante seguir a rajatabla las recomendaciones de los expertos. Debemos implicarnos todos y todas para #FrenarLaCurva.#INFOCoronavirus pic.twitter.com/gQ20mObJUV
— Salud Pública (@SaludPublicaEs) March 11, 2020
La tasa de mortalidad de este virus es muy baja, tiene curación, pero su contagio es veloz: las personas saludables y más jóvenes, aunque con síntomas leves o asintomáticos pueden contagiar a los más vulnerables: ancianos, ancianos con otras patologías, personas inmuno-suprimidas o con otras condiciones que son factor de riesgo.
“No podemos permitirnos la libre circulación del coronavirus porque enfermaría (grave o crítico) un 17% de la población (datos de China actuales), número de pacientes que es inabsorbible por el sistema sanitario”, explicó en una carta Margarita del Val, investigadora inmunóloga y viróloga del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”.
“Por tanto hacen falta cuarentenas, trazado de contactos, y cualquier medida que logre reducir la velocidad a la que, lentamente, nos iremos contagiando casi todos. Hay que ganar todo el tiempo posible para que la infección de todos tarde ojalá que 100 años. Hay que ganar tiempo para que haya una vacuna o un tratamiento (…) Pero, sobre todo, hace falta que nuestro sistema sanitario no colapse”, detalló
En una entrevista, Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, dijo que, a diferencia de otros coronavirus, de este no sabemos el animal que sirvió de contagio inicial y “reservorio”. “Y esto ha favorecido que se diseminara de manera espectacular. En estos momentos, pararlo completamente es prácticamente imposible. (…) Es bastante improbable que lo logremos controlar totalmente. Lo que tenemos que hacer es contenerlo para que la curva epidémica no siga teniendo un ascenso marcado, sino que sea progresiva para que podamos hacerle frente desde el sistema sanitario sin que se colapse y disminuir la tasa de transmisibilidad”.