El mensaje se globaliza: el autoaislamiento o distanciamiento social busca detener la propagación del coronavirus para evitar, entre otras cosas, el colapso de los sistemas sanitarios. En América Latina, hay países donde son más evidentes las carencias.
La directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne –quien también es directora regional para América en la Organización Mundial de la Salud–, dijo el 9 de marzo que desplegará apoyo extra en la región “con un énfasis particular en aquellos que tienen un sistema de salud más débil”.
Según la declaración que Etienne dio en Washington, reproducida por la plataforma de medios DeVex, esos países son “Venezuela, Bolivia, Paraguay, Guyana, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Haití, y algunas islas estado del Caribe”.
“Lo que es importante es que reconozcamos que los países con sistemas de salud más débiles llevan un riesgo más alto, no solo para la importación [de casos] sino para la capacidad, sino contra asegurar una vigilancia más fuerte, para manejar casos en los que salvar vidas y para asegurar la prevención de la infección”, dijo Etienne.
En Venezuela es conocida la emergencia sanitaria y humanitaria que ya acumula años. Los datos dados por su régimen dicen que hasta ahora hay 10 personas diagnosticadas con el coronavirus.
Según el boletín más reciente de la Encuesta Nacional de Hospitales de Venezuela, de agosto y septiembre de 2019, un promedio de 58% de los servicios de rayos x de los hospitales públicos de todo el país no está operativo. “Es decir, más de la mitad de los hospitales referencia a nivel nacional no tienen capacidad para realizar uno de los estudios más frecuentes para el diagnóstico de los pacientes, como lo es una placa de tórax”. Por otra parte, el promedio de inoperatividad de los laboratorios es de 55%.
En el caso de las emergencias, dice la encuesta, los hospitales cuentan con un promedio de 30 a 39 camas, lo que da una media de cinco a siete camas de emergencia por cada médico y enfermera, “lo cual es proporción ‘cómoda’ en relación a otros países. Chile, por ejemplo, tiene una proporción 1:10 en unidades de trauma shock”. Pero hacen la acotación: “Sin embargo, hay que tomar en cuenta el contexto de nuestros hospitales que progresivamente se han convertido en grandes salas de emergencia debido a la imposibilidad técnica de cumplir con la programación mínima de atenciones electivas”.
A manera de apoyo, un grupo de innovadores y programadores de la organización sin fines de lucro Code for Venezuela acaba de diseñar un bot, a través de la red Telegram (@CovidVzlaBot), que sirve de triaje para que el usuario sepa en qué situación está frente al coronavirus.
“¡Hola!
Soy un asistente automatizado. Estoy aquí para brindarte información precisa sobre COVID-19 (…) Ten en cuenta que no recibirás evaluación médica. Si tienes síntomas graves, busca atención médica. Este servicio no sustituye la consulta con tu médico”.
A continuación, el bot hace una serie de preguntas sobre ubicación, síntomas, factores de riesgo. Al final da una conclusión sobre si el riesgo médico para el virus es alto o no y recomienda aislarse y contactar al médico de confianza.
https://www.instagram.com/p/B9xj0CGnwfR/
Los creadores del bot dijeron en Twitter que las preguntas están avaladas por Médicos por la Salud, la red nacional de médicos en Venezuela que creó y lleva la Encuesta Nacional de Hospitales.
Con esta red, Code for Venezuela lleva también un registro de los casos en el mundo, empezando por Latinoamérica.
Los datos generales se mueven con los minutos, pero oficialmente Latinoamérica es la segunda región del mundo con menos casos de Covid-19 diagnosticados y reportados. En los reportes de los 17 países donde ya los hay, las cifras son todavía de dos dígitos, a excepción de Brasil. Estos países han tomado medidas drásticas: cierre de las fronteras, prohibición de vuelos provenientes de China, Corea, Italia y España , suspensión de actividades que conlleven multitudes y aglomeraciones.
En la data de Code for Venezuela, los datos confirmados para Venezuela son 16 y en el resto de la región las cifras son bastante mayores que las oficiales. El registro se basa en el centro de data abierta de la universidad John Hopkins.