El 21 de abril, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro emitió una licencia general en referencia a las sanciones de Venezuela, limitando en gran medida las operaciones de cinco empresas estadounidenses dedicadas a la industria petrolera, las cuales, hasta esta fecha, estaban exentas de sanciones y tenían permiso para operar en Venezuela. Chevron es la más notable entre ellas. Las otras cuatro son Halliburton, Schlumberger Ltd., Baker Hughes Co. y Weatherford International Plc.
El vicepresidente del Consejo de las Américas, Eric Farnsworth, le dijo a IQLatino que “esta nueva ronda de restricciones endurece aún más lo que la administración llama una campaña de máxima presión económica, diseñada para privar al régimen de Maduro de recursos y de la capacidad de mantener su aparato de control popular”.
Farnsworth agregó que la administración había anticipando esta medida durante algún tiempo y que espera que “estos nuevos pasos crearán un shock para el régimen que hará que sea cada vez más difícil mantenerse en el poder”.
El Departamento del Tesoro había liberado a las cinco empresas de la Orden Ejecutiva 13850 (“Bloqueo de propiedad a personas adicionales que contribuyen a la situación en Venezuela”) desde enero 2019, autorizándolas a funcionar en Venezuela en conjunto con Petróleos de Venezuela, S.A. (PdVSA) a través de seis licencias distintas. La más reciente se iba a expirar el 22 de abril y debía ser renovada de alguna manera o terminada.
El New York Times reportó que la decisión de finalmente implementar estas restricciones occurrió después de un “debate intenso en la administración”. Unos argumentaban que Estados Unidos debería mantener presencia corporativa en Venezuela en vez de abrir más oportunidades a Rusia y China, mientras otros insistían que extender los permisos a las cinco entidades ayudarían a Maduro a quedarse en el gobierno. Finalmente prevaleció el segundo grupo.
La fecha de expiración de la licencia anterior coincidió con el precio de crudo a futuro más bajo de la historia—menos $38. Desde entonces, ha subido cerca de $15. Bajo este contexto, Francisco Monaldi le dijo a Reuters que “el colapso de los precios hacía prácticamente irrelevante la presencia de Chevron en Venezuela”. Agregando que si los precios de petróleo se recuperan en los próximos tres a cuatro meses, estas medidas pasarían a ser “más relevantes”.
Chevron, que ha operado en Venezuela desde 1921, trabaja con PdVSA en cuatro proyectos. Dos de ellos, Petroboscán y Petropiar, producían casi 25% del petróleo del país. Sin embargo, según Bloomberg News, la producción de Petropiar cayó 58% desde enero a mediados de marzo de este año.
Ahora Chevron tiene prohibido producir petróleo venezolano (incluyendo la perforación, venta y transporte), invertir en su infraestructura (a menos que sea por razones de seguridad) y cualquier transacción financiera con PdVSA. El portavoz de la compañía, Ray Fohr, dijo que sus “operaciones continúan cumpliendo con todas las leyes y regulaciones aplicables”. Agregando que continúan enfocándose en sus operaciones comerciales básicas y apoyando a las más de 8,800 personas que trabajan con ellos y sus familias.
Estas medidas probablemente disminuirán aún más la producción de petróleo de Venezuela. Según datos de la OPEP, el país produjo 660 mil barriles al día en marzo de este año; 100 mil menos que en febrero. Además, Fernando Ferreira, director de riesgo geopolítico de Rapidan Energy, estima que la producción diaria cayó a 500,000 barriles desde mediados de marzo.
La licencia vigente expirará a finales de este año, el 1 de diciembre. CNN Business informó que la transnacional petrolera “probablemente solicitará una renovación de la licencia” para después de esta fecha y así conservar una presencia limitada en Venezuela. Si se le otorga, permitiría a la compañía celebrar sus 100 años de presencia en el país y mantener su posición hasta que la relación entre los dos países le permita reanudar su producción.