Nubia Rocío Gaona Cárdenas y dos de sus niños viven en el campo colombiano, en el municipio Chipaqué del departamento de Cundinamarca. Es el mismo departamento donde se encuentra Bogotá, la capital del país. A 27 kilómetros de esa ciudad, dominan los cultivos de papa, cebolla, hierbas aromáticas y hortalizas que abastecen a la zona metropolitana.
Gaona Cárdenas es la única adulta a cargo de su familia. Enviudó hace dos años. Su hija Heidi Gaona, la mayor, vive de forma independiente.
La historia la sabemos porque Nuria Gaona la ha contado mirando a cámara en videos que colgó en internet.
Terminando abril, el 29, Gaona Cárdenas y sus dos hijos se estrenaron como youtubers. Buscaban una salida a su situación económica y la de familias campesinas como la suya, que ha empeorado con la cuarentena, ahora que los mensajes en línea rigen las comunicaciones de la pandemia. La familia abrió el canal “Nubia e hijos” en YouTube. Los hijos son Arley David Gaona Gaona y Jeimer Alejandro Riveros Gaona. A la fecha tiene 313 mil suscriptores.
El canal encierra un proyecto en el que quieren enseñar a hacer huertos caseros de frutas, hortalizas, plantas aromáticas. Aprovechan y ponen la venta unos kits de tierra y semillas y bolsas para sembrar, a cinco dólares, y un kit más grande, que vale 7 dólares, incluye tres materos pequeños. Pueden pedirse a través de un número de whatsapp y la página web de Huertos de la Sabana
Como antecedente a este canal está precisamente ese emprendimiento. “Mi vecino tiene el lote al lado de mi casa. El lote era del abuelito que era campesino igual que el papá. Hace tres años mi difunto esposo se acercó a mi vecino. Hicimos una sociedad donde mi vecino ponía la plata y nosotros poníamos el trabajo. Y al final del cultivo repartimos las finanzas por mitad. Al sacar el cultivo fue tan barato que no alcanzó”, cuenta .
“Costó más la sacada de la tierra que la paga de la papa”, interviene Arley Riveros Gaona.
“Mi vecino perdió el presupuesto de la inversión, y nosotros el trabajo de seis meses”, continúa Nuria. “A nosotros como campesinos ya nos había pasado varias veces. Para nosotros no era nuevo vernos afectados en el precio por los intermediarios”.
“Pero entonces a nuestro vecino se le pareció muy raro, porque él compraba la papa muy cara en Bogotá”, acota Jeimer Gaona. Se puso a investigar y encontró que había muchos intermediarios en la papa y en todos los productos de la tierra”.
Nubia Gaona cuenta entonces que su vecino montó un emprendimiento con su esposa en su sobrina para vender los productos “a un precio estable todo el año, “para que los campesinos no se arriesgaran a perder sus cultivos”. Pero las empresas compradoras se iban cuando el precio de la papa se abarataba.
Además, las ventas del emprendimiento cayeron debido a la cuarentena.
Nubia e hijos aprovecharon la coyuntura. Con ayuda de alguien a quien ella llama “la señorita Julia”, montaron el canal en Youtube. “Mi hijo hace tiempo me estaba diciendo que quería ser youtuber”, dice ella.
El primer video abre con el cacareo de una gallina y un paneo del paisaje verde. Luego entran Gaona Cárdenas y los dos niños: “Hoy les vamos a contar cómo una familia campesina se decidió a volverse youtuber. Soy Jeimer Alejandro Riveros Gaona”, entra el menor. “Y yo soy Arley David Gaona Gaona”, sigue su hermano mayor, con la voz más gruesa. “Y ella es nuestra mamá”, corean los dos señalando a Nubia Gaona. “Y ella es nuestra mascota”, dicen los tres a un tiempo; se refieren al perro que tiene Arley David en los brazos.
Nubia Gaona se presenta luego como “una mujer campesina y madre de cabeza de familia”, con una sonrisa grande. Habla de su viudez.
“Mi familia como otras familias afectadas nos hemos visto afectados por la baja de precios de los productos, ya que no se justifica sacarlos de la tierra”.
“Hagamos este video viral y que nadie se tenga que acostar sin comer, sabiendo que podemos cultivar nuestros propios alimentos en casa”, Arley David
“Y también vamos a divertirnos en casa aprendiendo estas lindas labores del campo colombiano”
En once días, Nubia e hijos han colgado cuatro videos. Tienen también una cuenta de Instagram, con casi 150 mil seguidores.
En el tercer video, del 5 de mayo de 2020, Jeimer Alejandro enseña a sembrar con el kit que ellos venden. Hace una pala con una botella de plástico, saca la tierra, la pone en la bolsa, echa tres semillas. “Y aquí quedó nuestra matera de manzanilla. Cada una vez en semana le echamos agua y mucho amor”. Luego siembra yerbabuena en el matero pequeño.
En el último, del 8 de mayo, los dos niños y su hermana mayor, Heidi, hablan de las dificultades en el campo para recibir clases virtuales de sus escuelas.
“Las clases virtuales son difíciles porque hay unos niños que no tienen computadora o herramientas para hacerlo”, dice Jeimer con hebras de pajas en las manos. Se demora harto para adentrarse en las tareas. “Necesitamos la ayuda de todos a los niños campesinos, todos, para que se eduquen”.
En el teléfono celular, explica luego Nubia, la letra de las tareas se hace muy pequeña; a los niños les duelen los ojos y les da dolor de cabeza.
El video cierra con “una alegre noticia”. La familia Nubia e hijos lograron reunir el dinero suficiente, “gracias al apoyo” de la audiencia, para comprar una computadora portátil.