Los inmigrantes no son aliens: por qué debemos cambiar nuestra terminología

Cuando existen tantas alternativas, el uso continuo de la palabra “alien” es indefendible.

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El 3 de agosto del 2019, Patrick Crusius manejó 11 horas a la ciudad de El Paso, Texas. Allí, entró a una tienda Walmart y empezó a disparar. Al ser detenido por la policía, confeso que su objetivo habían sido “los mejicanos.” Antes del ataque, Crusius escribió una declaración explicando lo que sería el objetivo de la masacre que planeaba cometer: “una respuesta a la invasión hispana de Texas.” 22 personas fallecieron, y otras 26 fueron heridas.

Un análisis de “términos incendiarios” utilizados por el presidente Donald Trump en 64 discursos tocando el tema de inmigración entre el 2017 y agosto del 2019 muestra una tendencia retórica peligrosa. En estos discursos, utilizó la palabra “alien” 213 veces, e “invasion” por lo menos 19. El análisis mostró que es cuatro veces más probable que Trump utilice la palabra “alien” para referirse a inmigrantes que la propia palabra “immigrant.” En un discurso en Iowa este marzo, el presidente dijo lo siguiente: la nación “está en camino a un millón de ‘illegal aliens’ intentando entrar por nuestras fronteras. Es una invasión.” En conjunto con los términos “alien” e “invasion” Trump utilizo los términos predator,” “killer,” “criminal,” y “animal” más de 500 veces para referirse a inmigrantes.

En las redes sociales, además, la campaña de Trump ha inundado las plataformas con advertencias de que Estados Unidos está bajo “invasión” por inmigrantes que cruzan la frontera. Los datos de publicidad política de Facebook revelaron que la campaña financió la publicación de más de 2,000 anuncios políticos que instaban a los usuarios a, por ejemplo, “DETENER LA INVASIÓN”.

El mayo antes de la masacre de El Paso, el presidente dio un discurso en Florida sobre la crisis migratoria en la frontera. Un miembro de la audiencia gritó shoot them” (dispárenles), y el presidente se rio. Tres meses después, Patrick Criusis hizo precisamente eso, utilizando la misma retórica del presidente para explicar su objetivo de parar la “invasión” de inmigrantes hispanos.

Lo más preocupante de esta tendencia retórica en discusiones sobre la inmigración es que la palabra “alien” es actualmente el término legal más utilizado por las agencias de inmigración estadounidenses para describir a inmigrantes o extranjeros en los Estados Unidos. La semana pasada, la Casa Blanca emitió un memorando presidencial titulado “Memorándum sobre la exclusión de ‘illegal aliens’ de la base de distribución después del censo de 2020″ (más sobre esta decisión aquí).

Hoy en día, la palabra “alien” sigue codificada en las leyes federales de inmigración de los Estados Unidos. El siguiente gráfico muestra la terminología más usada en las leyes de inmigración, 85% incluye la palabra “alien” y 49% la palabra “illegal.

El término “alienviene de la palabra alienus en Latín, que significa “forastero” o “extranjero.” A finales del siglo XVIII, “aliens” eran personas nacidas fuera del dominio del rey de Inglaterra. En 1790, el termino “alien” fue incluido en el Naturalization Act, aprobado por el presidente George Washington, el primer documento que estableció normas para otorgar la ciudadanía americana a “aliens” “libres y blancos.” En 1798, el presidente John Adams aprobó el Alien and Sedition Act, que autorizo al presidente a expulsar a “aliens” quienes fueran considerados peligrosos para la paz y seguridad de los Estados Unidos.

Leyes como estas siguieron apareciendo en las próximas décadas: el Congreso paso el Chinese Exclusion Act en 1882, que prohibió la inmigración de clases laborales de China a los Estados Unidos. En 1924, el país instituyó un sistema de cuotas por nacionalidad, dando preferencia a inmigración del oeste y norte de Europa y asignando visas basadas en deseabilidad nacional y racial. En 1965, irónicamente bajo la Estatua de la Libertad, el presidente Lyndon B. Johnson firmó el Immigration and Nationality Act, que por primera vez restringió inmigración de países del hemisferio oeste.Una versión modificada de este documento es hoy en día Title 8 of the United States Code, y contiene las leyes de inmigración que cubren “Aliens and Nationality.  Desde 1940, cuando el Congreso aprobó el Alien Registration Act, el Departamento de Homeland Security le asigna a todos quienes no son ciudadanos de los Estados Unidos una serie de números precedidos por la letra “A” de “alien.”

Evidentemente, el término “alien” es una palabra con un pasado racista y xenófobo y connotaciones deshumanizantes y violentas. Es hora de que cambiemos nuestra terminología en consecuencia. No es la primera vez que la terminología legal estadounidense se ha quedado atrás del uso popular y los estándares apropiados. Términos despectivos como “negro” y “oriental,” por ejemplo, permanecieron en leyes federales hasta el 2016.

El término “alien” y la proliferación de su uso bajo la administración actual han sido propicios al resentimiento y hasta a masacres como la de El Paso por parte de personas quienes ven a inmigrantes y solicitantes de asilo como invasores de los Estados Unidos. No es difícil identificar por qué la palabra tiene el efecto de fomentar miedo y desconfianza hacia los inmigrantes: según el Oxford English Dictionary, un “alien” es “un extranjero, un extraño o un forastero,” o, alternativamente, alguien que es “opuesto, repugnante.”

Desde el 2010, campañas como la “Drop the I-Word campaign” del Applied Research Center instan a los medios de comunicación y al público a que paren de describir a inmigrantes como “illegal.” Gracias a presión de defensores de la inmigración, en 2013 el Associated Press actualizó sus normas y paro de sancionar el uso de frases como “illegal alien,” explicando que la palabra “’ilegal’ debería describir solo una acción, no a una persona.”

También se han hecho intentos para modificar la terminología legal en nuestro sistema de inmigración. En 2015, el represéntate demócrata de Texas Joaquín Castro presentó, sin éxito, un proyecto de ley para eliminar el uso de la palabra “alien” en la ley federal y por las agencias inmigratorias estadounidenses. Castro explicó que “los Estados Unidos es una nación de inmigrantes, sin embargo, nuestro gobierno federal continúa usando términos que deshumanizan y excluyen a aquellos en nuestra sociedad que nacieron en otros lugares” porque “cuando alguien dice ‘aliens’ pensamos en marcianos o extraterrestres, no en seres humanos.”

Algunos estados han sido exitosos en este esfuerzo. Por ejemplo, en 2017, California paso una ley que eliminó la palabra “alien” del código laboral del estado, reconociendo que la palabra alien ahora se considera comúnmente un término despectivo para una persona nacida en el extranjero y tiene connotaciones muy negativas.” El Commission on Human Rights de la ciudad de Nueva York en 2019 aprobó una nueva guía que ilegaliza el uso de los términos “illegal alien” o “illegals” con el “intento de degradar, humillar o acosar a una persona,” con multas de hasta $250,000.

El término “alien” en español significa “extraterrestre” o “alienígena.” La traducción no tiene sentido en el sistema inmigratorio de ningún país hispanohablante, pero nos podemos fijar en la terminología inmigratoria de otros países de habla inglesa para probar que la palabra “alien” puede ser fácilmente reemplazada. En Canadá, por ejemplo, el término “alien” no se utiliza en estatutos federales. Canadá utiliza el término “foreign national” como equivalente. El Immigration and Refugee Protection Act define a un “foreign national” como “una persona que no es ciudadano canadiense o residente permanente, e incluye a una persona apátrida.” La Australian Nationality Law define a personas quienes no son ciudadanas de Australia como “permanent residents, temporary residents, or illegal residents (unlawful non-citizens).” El documento solo utiliza la palabra “alien” dos veces para referirse a “enemy aliens,” o personas de países en estado de guerra contra Australia.

“Foreign national,” “immigrant,” “asylum seeker,” “migrant” “foreigner,” “non-citizen,” “undocumented,” “non-native.” Existen todos estos términos y más para describir a un inmigrante o extranjero, documentado o no. Cuando existen tantas alternativas, el uso continuo de la palabra “alien” es indefendible.

Los inmigrantes no son “aliens.” Atrás de cada uno existe una historia sobre porqué decidieron tomar la difícil decisión de irse de su país. Muchos inmigrantes no tienen otra opción, y cada uno de nosotros busca lo mismo: un mejor futuro. No nos vamos de nuestro país para “invadir” a otro. No somos “animals,” “criminals,” “killers,” o “predators.” Y no somos “aliens,” simplemente nacimos fuera de los Estados Unidos. 

Debemos exigir de nuestros líderes que no insten discriminación contra inmigrantes o actos violentos como la masacre de El Paso. Debemos exigir que hablen sobre los seres humanos quienes han decidido (o sido forzados) a emigrar de una forma digna y respetuosa y que sean conscientes del peso de sus palabras. Para que esto suceda, las leyes inmigratorias de este país no pueden seguir sancionando terminología que anime lo contrario. Sabiendo lo que sabemos de la historia del término, de cómo hace sentir a las personas quienes describe, de los sentimientos de desconfianza y violencia que alienta y de todas las alternativas que existen y son utilizadas por otros países, no hay razón por la que los Estados Unidos, un país de inmigrantes desde sus principios, continúe el uso del término despectivo, ofensivo y deshumanizante de “alien.”