La nueva versión de la metodología Global Reporting Initiative (GRI), la más extendida a nivel internacional para realizar reportes de responsabilidad social empresarial (RSE), está mejorada y responde a las tendencias actuales, aunque enfrenta retos en materia de pequeñas y medianas empresas (pymes).
La G4, lanzada en la reunión del GRI realizada del 22 al 24 de mayo pasados en Amsterdam, Holanda, se divide en dos documentos: la guía, que contiene la descripción de alcances de principios y contenidos básicos y el manual de aplicación, que orienta a las organizaciones sobre el proceso de elaboración de los reportes.
“La nueva norma fue mejorada de manera significativa, refleja las tendencias actuales y futuras. Lo que busca con el tema de materialidad en asuntos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por su sigla en inglés) es que éstos sean concisos y cortos, por lo que con el tiempo será menos costoso reportar”, consideró Alberto Guajardo, jefe de Consultoría y Procesos de CapacitaRSE, centro de capacitación virtual en RSE en América Latina.
La G4 es resultado de las observaciones de 120 especialistas de grupos de trabajo, de negocios y de la sociedad civil que a lo largo de dos años recibieron más de 3,000 comentarios de todo el mundo.
Una de las principales diferencias con la versión anterior (que seguirá vigente aproximadamente dos años más) es que los niveles de aplicación A, B, y C desaparecen y sólo habrá una evaluación de acuerdo con dos criterios: básico y exhaustivo.
“Los niveles actuales (A, B y C) no siempre eran reales y confundían más de lo que aportaban; por tanto, ahora cada empresa deberá avanzar en su materialidad, que deberá ser verificada por un tercero”, detalló el experto.
Para Juan Millán, académico de la Universidad Iberoamericana y expresidente del Comité Técnico Nacional de Ética y Responsabilidad Social del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, la sustitución de los niveles de aplicación implicará un mayor costo para las empresas.
“Es verdad que el reporte será más profundo, aunque tendría un mayor costo por el tema de la consultoría para el nivel exhaustivo”, refirió.
La cadena de valor y de suministro también es clave en esta versión G4, pues la empresa debe analizar sus impactos negativos a lo largo de su cadena, lo que le permitirá establecer sus riesgos y oportunidades de gestión, coincidieron los expertos.
“(En el tema de la cadena de valor) hay un cambio radical. Anteriormente no era un gran tema. Ahora es más profundo y las empresas deberán realizar la debida diligencia de sus impactos negativos no sólo en aspectos ESG, sino también en derechos humanos, prácticas laborales, corrupción y ética”, detalló Guajardo.
Coincidieron en que algunas de las mejoras clave del GRI 4 son: mayor facilidad de uso y armonización con otros marcos globales importantes, como las directrices para empresas multinacionales de la OCDE, los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y los principios rectores sobre empresas y derechos humanos, también de la ONU, por lo que incluirá temas de gobernanza, corrupción y cambio climático.
Fuente: El Economista (MX)