Nací y crecí en una Venezuela que, aunque imperfecta, me infundió un sentido de esperanza. La energía era palpable, y mis compañeros y yo reconocimos inequívocamente su potencial y su promesa. Personas de todo el mundo llegaron a Venezuela buscando y encontrando refugio. En 1983, vine a los Estados Unidos para ir a la universidad, graduarme, ganar algo de experiencia laboral y regresar. Estaba ansiosa por dar mi contribución para fortalecer el potencial de Venezuela. La vida tenía otros planes y terminé casándome y formando una familia en Maryland. También me involucré activamente en mi comunidad adoptiva y en 2004 me convertí en uno de los dos únicos funcionarios electos venezolanos-americanos en los Estados Unidos. Hoy, soy la primera latina elegida para el Consejo de Maryland en el Condado de Montgomery, que representa a más de un millón de residentes.
Han pasado cosas inimaginables desde que salí de Venezuela. El país es una sombra de esa tierra prometedora. El dolor y el sufrimiento están por todas partes y la desesperanza se ha apoderado de Venezuela. Esto ha llevado a una crisis humanitaria en la que más de 5 millones de personas han huido de violaciones generalizadas de derechos humanos, hambre y muerte, debido a las acciones del régimen de Chávez-Maduro. Muchos llegaron a los Estados Unidos donde encontraron refugio y comenzaron una nueva vida. Hoy, cientos de miles de compatriotas venezolanos languidecen en el limbo diario preguntándose sobre su futuro, además del desafío de su vida diaria. Como respuesta, la Administración de Biden otorgó el Estatus de Protección Temporal (TPS) a más de 650.000 personas, de las cuales, aproximadamente la mitad, son venezolanos. Esto ha ayudado a proteger a los más vulnerables como medida provisional. Podemos y debemos hacer más. El beneficiario promedio de TPS ha estado en el país durante más de 20 años, contribuyendo a nuestra economía y ayudándonos a reconstruir y a recuperarnos de la pandemia. Muchos de ellos son familias mixtas de ciudadanos / inmigrantes que han comprado casas y abierto negocios, pagado impuestos, asistido a escuelas y a templos-iglesias. A pesar de ser una parte integral de nuestras comunidades, los beneficiarios de TPS viven en un estado constante de incertidumbre, deben volver a solicitar el programa cada 6 a 18 meses y pagar tarifas sustanciales. Es hora de acabar con la incertidumbre y hacer que estas protecciones sean permanentes para que las familias puedan seguir adelante. Necesitan tener un camino hacia la ciudadanía. Necesitamos que los funcionarios electos de ambos partidos trabajen juntos para que esto suceda.
Una coalición de líderes, defensores de la comunidad y funcionarios electos llevó a cabo, recientemente una Cumbre Nacional Bipartidista titulada “Venezolanos Unidos Por Un Camino Hacia La Ciudadanía”. En ese evento, escuchamos al senador demócrata Chris Van Hollen, de Maryland, quien presentó e introdujo la Ley SECURE Act, que proporcionaría un camino hacia la ciudadanía a aproximadamente 650,000 beneficiarios de TPS, incluidos los más de 320.000 venezolanos. Señaló que necesita al menos un co-patrocinador republicano y el apoyo de 10 senadores republicanos para la propuesta pueda convertirse en ley. También escuchamos al congresista republicano Carlos Gimenez (R-FL), a la congresista Maria Elvira Salazar (R-FL), a Rene García, comisionado de Miami-Dade y presidente del Partido Republicano del condado de Miami-Dade, al arzobispo de Miami, Thomas Wenski y a líderes empresariales y comunitarios, quienes estuvieron de acuerdo en que los beneficiarios de TPS deberían tener la oportunidad de obtener la ciudadanía americana. Más de 250 líderes y organizaciones venezolanas de todo el país enviaron una carta a los senadores Rubio (R – FL) y Scott (R – FL) instándolos a co-patrocinar la Ley SECURE Act.
Ahora es el momento de la acción bipartidista. Estoy sumando mi nombre y pidiendo a miembros clave del Partido Republicano, especialmente a líderes como los senadores Rubio y Scott, que hagan precisamente lo mismo.
Es lo correcto y cuenta con el apoyo popular. El 64% de los votantes apoyan abrumadoramente la concesión de TPS a inmigrantes que han estado viviendo y trabajando en los EE.UU durante muchos años. En otra encuesta, casi 9 de cada 10 venezolanos y cubano-americanos apoyan una solución más permanente para otorgar estatus legal a los migrantes venezolanos.
Los titulares de TPS han contribuido y continúan contribuyendo de manera significativa al tejido social y económico de esta gran nación. Estados Unidos es mejor por eso. Sin embargo, los beneficiarios de TPS viven en la incertidumbre al tener que volver a solicitar constantemente el programa con un costo financiero y emocional significativo. Ahora es el momento de que los líderes hagan lo correcto para estos residentes y para nuestra nación. Los discursos son agradables, las promesas son geniales, pero lo que necesitamos es acción. No más excusas por favor, necesitamos su apoyo.
Nancy Navarro is a member of the Montgomery County Council, District 4, in Maryland.